San Juan de Ávila, un revolucionario de su tiempo
San Juan de Ávila, sacerdote y escritor ascético, se va a unir a otros doctores de la Iglesia nacidos en España como Santa Teresa de Jesús, San Juán de la Cruz o Isidoro de Sevilla."Juan, sacerdote diocesano en los años del Renacimiento español, participó en la ardua tarea de la renovación cultural y religiosa de la Iglesia y de la unidad social en los albores de la modernidad", dijo el Santo Padre. De San Juán de Ávila destacan su "sabiduría". Lo definen como una persona "desprendida, generosa, enamorada de Dios" que vivió" desposeído de los bienes materiales". Dentro de estas características humildes que poseía destacó una acción que definió su personalidad. Cuando fue ordenado sacerdote en 1526, celebró su primera misa solemne en su pueblo natal y lo celebró "invitando a los pobres a su mesa y repartiendo entre ellos su cuantiosa herencia". Muchos destacan de él su poderosa memoria hasta el punto de decir que si "por desgracia, la Biblia se llegara a perder, él solo la restituiría a la Iglesia porque se la sabía de memoria".
Una personalidad y referente necesario más que nunca, en tiempos de crisis de valores y falta de horizonte que supo transmitir a los demás su fe a través de lo cotidiano, actos repletos de bondad que no esperaba que fueran devueltos. Una persona a imagen y semejanza de Dios que ahora tendrá el merecido reconocimiento.
Zenón de Elea