Kenia se suma a Nigeria en la lista de ataques a cristianos

Ya son numerosos los ataques a iglesias cristianas en Kenia. Al menos 17 personas han muerto en atentados contra dos iglesias en el pueblo de Garissa, una región muy conflictiva por ser frontera con Somalia. El Vaticano ha calificado estos ataques de "un hecho horrible y muy preocupante" y de una "cobardía incalificable". El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, manifestó su solidaridad con las víctimas y aprovechó para "reafirmar y defender con decisión la libertad religiosa de los cristianos".

El caso de Kenia, protagonizado por los insurgentes islamistas "shebab" se une a la larga lista de cristianos perseguidos que ha encabezado en los últimos meses Nigeria, con los ataques perpetrados por los integristas de Boko Haram contra las comunidades cristianas de la región de Jos.

Habrá quien inenten justificar los ataques por motivaciones políticas o económicas, pero eso es no ver la realidad. La intolerancia religiosa de algunos musulmanes radicales traducida en acciones violentas siembra el odio entre pueblos y no favorece la democracia y la convivencia pacífica entre religiones. No es difícil que ocurra que las poblaciones perseguidas se tomen la justicia por su mano y la espiral de violencia acabe, una vez más, en guerra fratricida. Por eso, y por la vida y dignidad de cada persona, es imprescindible que Occidente ponga los ojos en estos conflictos.

Zenón de Elea