La Juventus fue invitada a una cena en el Vaticano. Tarsicio Bertone, secretario de estado y gran aficionado, finalmente no pudo asistir
El miércoles varios directivos de la Juventus de Turín fueron invitados a una cena en el Vaticano. Tarsicio Bertone, que es un gran aficionado de este equipo italiano desde hace mucho tiempo, no pudo finalmente asistir a la cita en la que iba a hacer de anfitrión.
El cardenal y secretario de estado del Vaticano fue sustituido por monseñor Giovanni Ángelo Becciu, número dos de la secretaría. Él fue el encargado de leer una carta redactada por Bertone en la que el cardenal justificaba su ausencia.
En la carta decía: "yo quería, pero el trabajo diario de la Secretaría de Estado es duro y me impide asistir a esta reunión, pese a que ha sido a última hora de la tarde. Por favor, perdónenme". En este mismo documento, también quiso dedicar unas palabras a la plantilla y al entrenador: "Espero y confío en que a lo largo del camino, con el juego de estos jugadores brillantes podamos alcanzar prestigiosos objetivos como los grandes equipos".
En la reunión estuvieron presentes Andrea Agnelli, presidente del club de Turín; Beppe Marotta, administrador delegado; y Antonio Conte, entrenador de la "Vecchia Signora".
Éste no es el primer encuentro entre la Juventus y las autoridades eclesiásticas, sin ir más lejos, el pasado 6 de abril tuvo lugar una reunión parecida en la que también participaron Agnelli y Marotta. Pero esta es la primera vez que la reunión se celebra en las instancias del Vaticano
Esta cena que se celebró la noche del miércoles en el Salón de Vasari ubicado en el edificio de la Cancillería, que alberga, entre otras cosas, a la Rota Romana, constituye un hecho sin precedentes. A la entrada había dos grandes banderas: una en blanco y negro, otra blanca y amarilla que representaban los colores de ambas instituciones.
