Conclusión del informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada: 200 millones de cristianos son perseguidos en el mundo. En Europa existe una tendencia evidente de secularización
El informe que Ayuda a la Iglesia Necesitada elabora de forma anual no proporciona datos esperanzadores sobre la libertad religiosa en el mundo. Tres de cada cuatro cristianos son perseguidos en el mundo y en Europa cada vez hay más evidencias de un laicismo radical que quiere apartar el concepto de Religión de la esfera pública, son algunas de las conclusiones de esta institución.
"Me gustaría decir que la situación ha mejorado, pero no puedo hacerlo", estas han sido las palabras del director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Javier Menéndez Ros al presentar el informe del año 2012 sobre libertad religiosa en España. El director ha aportado un dato que no alberga ninguna duda de que hemos retrocedido en el derecho a la libertad religiosa: cerca de 200 millones de cristianos viven en países donde son perseguidos, y otros 150 millones, en países donde son discriminados.
Ni siquiera la "primavera árabe" que en su momento se escenificó al resto del mundo como el adalid de la democracia ha dado sus frutos en este sentido. El informe ha analizado la realidad de 196 países y hace una denuncia pública de la situación de riesgo evidente que existe en muchos países donde la religión oficial de esa nación no deja espacio a otras creencias, un ejemplo de ello es el de Arabia Saudí.
El informe al que ha tenido acceso Religión Confidencial, también hace mención al caso de España como país con situaciones de falta de libertad religiosa. Uno de los ejemplos que describe pone el acento en las últimas Jornadas Mundiales de la Juventud. Sitúan los hechos el día 17 de ese mes cuando se celebró una manifestación anti-Papa, que congregó a cerca de
2.000 personas y en las que algunos de los manifestantes se enfrentaron a los peregrinos y agredieron al menos a una veintena de ellos.
En el mismo documento se detallan más hechos de falta de libertad religiosa en España como los sucedidos con la convocatoria de la celebración de una procesión atea coincidiendo con el día de la procesión del Jueves Santo. Estos acontecimientos ponen de relieve que existe una falta evidente de falta de sensibilidad ante la confesión católica, en un nivel distinto que en sociedades donde hay poca cultura democrática pero con importantes signos de secularismo y de pretender reservar a un ámbito privado la religión católica.
