Cardenal Cañizares: "Sin liturgia no hay nueva evangelización"
El prefecto de la congregación para el Culto Divino recordó que la liturgia y en especial la eucaristía son indispensables en el plan para volver a evangelizar.
Según el cardenal Antonio Cañizares, el Jubileo del año 2000 fue un momento crucial. Un año eminentemente eucarístico desde el que volvió a tomar fuerza la adoración eucarística, especialmente la adoración perpetua. "Dios nos ha preparado durante diez años, para llegar a este sínodo", dijo el cardenal Cañizares, "porque sin liturgia no hay nueva evangelización".
En un encuentro con periodistas de lengua española para explicar el desarrollo del sínodo, el prefecto para la congregación del Culto Divino dijo que para él este sínodo le lleva a "experimentar con más urgencia la importancia de vivir el misterio de Dios".
"No da lo mismo creer que no creer. Reconocer a Dios que no reconocerlo. Hoy la urgencia es la realidad de Dios. Porque la mayor de las pobrezas es la indigencia de Dios", dijo Cañizares. Recordando las palabras del Papa en la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia, dijo que "la gran revolución del mundo es poner a Dios en el centro de la existencia". Una revolución para la que el Vaticano convocó el sínodo para la nueva evangelización que termina este domingo y para la que el cardenal Cañizares propone sin duda la Misa como fuente primera de la nueva evangelización.
