Experto aclara qué es MMS, la sustancia peligrosa con la que han intentado engañar al Papa

La asociación Dulce Revolución escribió una carta al nuncio apostólico en España para que intercediera en la aprobación de "este tipo de lejía"

Jim Humble defensor del MMS y fundador de la secta Iglesia del Segundo Génesis de Salud y Sanación.
Jim Humble defensor del MMS y fundador de la secta Iglesia del Segundo Génesis de Salud y Sanación.

Entre muchas falsedades y propuestas pseudocientíficas que se han hecho virales a nivel mundial en este tiempo marcado por el coronavirus destaca, sobre todo, la difusión de una sustancia realmente peligrosa: el clorito de sodio (NaClO2) o, si se nombra el gas que genera al diluirlo y mezclarlo, dióxido de cloro (ClO2), también llamado MMS (Miracle Mineral Solution, “solución mineral milagrosa”).

"Pese a lo que digan algunos, es un tipo de lejía, utilizado como desinfectante industrial y potabilizador de agua", aclara Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en un artículo publicado en la web chilena Portaluz.

Se trata de un tema que ha conectado fácil y rápidamente con muchos grupos y personas que se encuentran en el ámbito de la New Age (Nueva Era) y de las terapias alternativas, donde se han popularizado las más variopintas teorías de la conspiración en los ámbitos médicos, científicos y políticos.

Uso del MMM en entornos católicos 

"Por eso sorprende que el uso del MMS se difunda cada vez más en entornos católicos, dando lugar a situaciones de una total irracionalidad, con creyentes que se alinean con una postura que llega a ser totalmente esotérica, y que les lleva a defenderse fanáticamente de todo intento de diálogo y vuelta al sentido común, con posiciones acríticas y acientíficas de carácter crédulo, supersticioso y hasta mágico", señala Santamaría. 

El experto indica que los defensores del MMS están buscando continuamente alianzas con personalidades relevantes y por eso intentan recabar todos los apoyos posibles. "Pero hay que tener cuidado con sus afirmaciones, porque acostumbran a mentir. Un ejemplo es la repetición incesante de una noticia sorprendente: la Cruz Roja habría logrado curar a varios enfermos de malaria en Uganda en 2013… suministrándoles dióxido de cloro. Una falsedad. Igual que otras muchas referencias a usos gubernamentales en diversos países. Falsas". 

Una carta al nuncio en España 

Lo que sí es cierto es que la asociación Dulce Revolución, dirigida por el controvertido agricultor y curandero español Josep Pàmies –multado con importantes sumas de dinero por las administraciones públicas, debido a su difusión de prácticas peligrosas para la salud–, envió el pasado mes de abril una carta al nuncio apostólico de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Cleopas Auza, y al mismísimo pontífice, pidiendo su auxilio. 

La misiva, firmada por Luis de Miguel Ortega (abogado de Pàmies) y remitida mediante burofax, explica al papa Francisco y a su representante diplomático en Madrid que sigue esperando una respuesta de los poderes ejecutivo y legislativo españoles a su petición de “verificación de la utilidad y seguridad del dióxido de cloro en solución acuosa oral y la implementación de los medios necesarios para su uso con relación a la crisis sanitaria ocasionada por el denominado COVID-19”. 

En la carta se defiende el MMS una y otra vez, asegurando “la inocuidad de la ingestión” y pidiendo que los médicos puedan usarlo “y los pacientes en el marco de su derecho de autodeterminación puedan elegir libremente el beneficio de dicha solución”. 

En conclusión, la carta apela “a los principios de Caridad de la Fe Católica” del obispo de Roma “para solicitar su comprensión y ayuda”, y aprovecha para plantear otra de las reclamaciones tradicionales de la asociación Dulce Revolución: el uso de “una planta bendita llamada Artemisia annua”, que serviría, según ellos, para curar la malaria. Por eso le piden al papa Francisco que “interceda por nosotros y por nuestra buena voluntad de ayudar a los enfermos”. 

 

La respuesta del nuncio papal 

"Podría pensarse que monseñor Bernardito C. Auza no respondería a una carta así… pero los remitentes han divulgado su contestación. Y ésta es la presentación con la que la han difundido entre sus simpatizantes: “Según el Nuncio Apostólico en España, el Papa no puede interferir en las cosas que no son de Dios. Ésta es la hipócrita respuesta del Nuncio, a la carta y documentación científica enviada por Dulce Revolución, para que el Papa interviniera delante de los gobiernos del mundo, para que autorizaran el uso del MMS y la Artemisia annua para parar el Coronavirus y pandemias reales como la malaria que provocan millones de muertos”, señala Santamaría en su artículo. 

"¿Qué contestó el nuncio para que reaccionaran de esta forma los partidarios del dióxido de cloro? La carta, a la que ha tenido acceso Portaluz, dice lo siguiente: “ruego comprendan que no es práctica de la Santa Sede intervenir en este tipo de cuestiones”. Una respuesta cortés y diplomática, como era de esperar… pero sin entrometerse en un tema que pertenece al ámbito sanitario", subraya el experto.

Obispos de Ecuador 

Incluso, según Santamaría, la asociación Dulce Revolución asegura que obispos de Ecuador aprobarían el uso de esta sustancia, algo que desmiente el experto. "Ni en la página web de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana ni en sus perfiles oficiales en las redes sociales encontramos información al respecto. ¿Será una instrucción secreta de la jerarquía del país? No. Si seguimos leyendo los mensajes de Dulce Revolución, vemos que “los Obispos de Ecuador” se convierten automáticamente en uno: monseñor Bertram Wick, que preside la diócesis de Santo Domingo de los Tsáchilas". 

"Y sí, es cierto: este obispo ecuatoriano –de origen suizo– defiende el uso médico del MMS, -prosigue Santamaría - No es difícil encontrar en Internet declaraciones de monseñor Wick pidiendo al Gobierno de Ecuador que se permita el dióxido de cloro en el tratamiento contra el COVID-19. No sólo eso: también presume de mantenerse inmune a este virus e ir entre la gente sin mascarilla… gracias a la “solución mineral milagrosa”. 

Secta que defiende este tipo de lejía 

Lo que sí está comprobado es que el principal defensor del MMS a nivel mundial es un autoproclamado “obispo”: el estadounidense Jim Humble que ha llegado a fundar su propia “iglesia”: la Iglesia del Segundo Génesis de Salud y Sanación (Genesis II Church of Health and Healing).

"En realidad, una secta creada en torno a este tipo de lejía. La razón es clara: al darle a su movimiento el carácter religioso, sus ideas y prácticas están protegidas por la primera enmienda de la Constitución de los EE.UU. Por supuesto, no es más que una táctica para esquivar la ilegalización de la difusión de dicho producto para su consumo por parte de las autoridades sanitarias", explica el experto. 

Así, el MMS es el “sacramento” de esta “iglesia”, y Humble y sus seguidores se refugian en las leyes que protegen la libertad de culto para legitimar lo que dicen y hacen. "Con un discurso habitual en muchas sectas de origen cristiano, Humble explicaba en 2010 que la Iglesia verdadera “ha llegado a nosotros a través de los siglos, desde los apóstoles originales de Jesucristo”, concluye. 

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