Los visitadores apostólicos enviados por el Papa a Irlanda recibirán a las víctimas de abusos que lo soliciten

La Santa Sede comunicó el viernes el comienzo de la Visita Apostólica a Irlanda para "verificar la eficacia de los procesos actuales para responder a los casos de abuso y la asistencia a las víctimas". Los visitadores llegan a Irlanda "dispuestos a encontrar a quienes han sido heridos por abusos y desean ser escuchados, las mismas víctimas o sus familias".

La Santa Sede ha querido aclarar que "no será una investigación sobre los casos individuales de abuso, ni un proceso para juzgar los acontecimientos del pasado", sino que "los Visitadores tendrán que identificar los problemas específicos que puedan requerir una ayuda por parte de la Santa Sede".

Recuerdan que "la Visita de ninguna manera interferirá con la actividad ordinaria de las autoridades judiciarias, ni con la actividad de las Comisiones de Investigación establecidas por el Parlamento irlandés, ni con el trabajo de cualquier autoridad legislativa que tenga competencia en el campo de la prevención de abuso de menores. La Visita no pretende sustituir a la autoridad legítima de los obispos locales o de los superiores religiosos, que mantienen la propia responsabilidad en la gestión de los casos de abuso".

Tampoco está previsto que los Visitadores "reciban denuncias de casos nuevos o antiguos de abuso. Si las hubiera, las alegaciones se deben cursar a los respectivos ordinarios o superiores mayores, que tienen el deber de informar a las autoridades civiles y eclesiásticas competentes, de acuerdo con la legislación civil y eclesiástica vigente".

Los Visitadores de las cuatro archidiócesis metropolitanas de Irlanda serán: los cardenales Cormac Murphy-O'Connor, para Armagh; Sean P. O'Malley, O.F.M. Cap., para Dublín; los arzobispos Thomas C. Collins, para Cashel and Emly, y Terrence T. Prendergast, S.I., para Tuam. Podrán acompañar a los Visitadores personas en calidad de asistentes, aprobadas por la Congregación para los Obispos.

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