Por qué el Papa Francisco nunca ha regresado a Argentina: “Si viene, caerá el crack”

1. 'The Crack'
2. Prometen que no se politizará la visita 
3. Relación poco cercana con Macri 
4. Nadie es profeta en su tierra 
5. Ya no hay una oposición tan fuerte a Francisco 
6. Nombramiento del arzobispo de Buenos Aires 

El Papa Francisco ha expresado su deseo de regresar a Argentina en 2024. No ha vuelto a pisar su país desde que fue elegido en 2013. ¿Por qué el Papa nunca ha regresado a su país? 

Edgar Beltrán, el corresponsal para América Latina de la web estadounidense The Pillar (El Pilar), un medio que se fundó hace dos años para "hacer un periodismo serio, responsable y sobrio sobre la Iglesia, desde la Iglesia y para la Iglesia", realiza un análisis pormenorizado de los motivos por los que Francisco no ha vuelto a su país natal. 

De momento, no ha habido contacto con la conferencia episcopal sobre la visita, según ha expresado un portavoz de la conferencia episcopal argentina . 

Entonces, ¿qué tiene de especial el 2024 y por qué el Papa Francisco no ha regresado ya a Argentina? "La respuesta involucra la política argentina", expresa Beltrán. 

'The Crack'

Beltrán realiza un análisis de la política argentina durante los últimos 80 años, dominada por tres corrientes: el peronismo, varias dictaduras militares y, más recientemente, el kirchnerismo, un movimiento populista de izquierda con raíces peronistas. Además, esboza la relación de Francisco como arzobispo de Buenos Aires con los distintos presidentes y también, sus encuentros como Papa. 

Y explica la polarización en Argentina, denominada "The Crack" (la grieta) "La polarización en Argentina, entre una clase obrera mayoritariamente peronista y una clase media y alta profundamente antiperonista, entre empresarios cansados ​​de trabas burocráticas y crisis económicas y sindicatos todopoderosos, entre conservadores y progresistas, es tan profunda en Argentina que el famoso periodista Jorge Lanata le dio un nombre: “ La grieta” — “The Crack”, expone Edgar Beltrán. 

Y para el corresponsal de The Pillar, es posible que The Crack haya mantenido al Papa fuera de Argentina.

Prometen que no se politizará la visita 

Políticos en Argentina se han esmerado en decirle al Papa que si viene, lo ayudarán a superar La Grieta. Además, políticos del oficialismo y su oposición, que ni siquiera se hablan en su día a día, han firmado una carta conjunta en la que prometen que no se politizará la visita.

“Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta de Argentina logró mejorar la relación con el Vaticano pero el Papa nunca perdió de vista que una visita no era conveniente en el contexto de La Grieta. Yo creo que el Papa no quería ser rehén de ninguna organización política que pudiera decir: '¡Trajimos al Papa!'”, explica Emilio Pintos, profesor de doctrina social católica en la Universidad Católica Argentina.

Otros analistas en Argentina opinan que Francisco no ha visitado su país porque en los años del mandato de Cristina Kirchner se agudizó la crisis social y aumentó la pobreza. 

Roberto Bosca, abogado y columnista de temas religiosos en varios medios argentinos y otros analistas están convencidos: "si el Papa va a Argentina, caerá en La Grieta". 

Relación poco cercana con Macri 

Con el presidente Mauricio Macri, el exalcalde de Buenos Aires de centro-derecha no peronista, con quien Bergoglio se había enfrentado por su apoyo al matrimonio homosexual, nunca hubo una relación muy fluida, según analistas argentinos. Macri fue a visitar al Papa a Roma unos meses después de que asumiera la presidencia y la audiencia duró exactamente 22 minutos. 

Pero si bien la relación con Macri nunca fue cercana, al menos había sido cordial. Pero frente a la presión de miembros de su propia coalición y también de sectores del peronismo, Macri, quien es pro-vida y vetó una ley que legalizaría el aborto en Buenos Aires durante su mandato como alcalde, abrió un debate nacional sobre el aborto en el país. 

“Eso rompió la relación de Francisco con Macri, a pesar de que el Senado se negó a legalizar el aborto por muy pocos votos. Fue visto como un intento de distraer a la opinión pública de la terrible crisis económica que atravesaba el país”, señaló a The Pillar Mariano de Vedia, autor de la biografía “ Francisco: El Papa del Pueblo ” .

El Papa fue muy crítico con el gobierno de Macri. Eso y su reconciliación con Cristina Fernández de Kirchner le valieron el repudio de un sector de la población argentina. 

“El Papa desconfía del macrismo porque lo veía como el gobierno de los empresarios, de los tecnócratas y lo criticaba fuertemente, lo que provoca el enfado de la clase media antiperonista”, señala el abogado Roberto Bosca. 

Nadie es profeta en su tierra 

En 2019 volvió a ser elegido un peronista, Alberto Fernández, quien nombró como vicepresidenta a una vieja conocida: Cristina Fernández de Kirchner. El apoyo del presidente al aborto y los enfrentamientos por el Fondo Monetario Internacional hicieron que su relación con el Papa se enfriara rápidamente. Francisco se ha vuelto crítico con el enfoque de Fernández sobre la pobreza en Argentina.

“El Evangelio dice que nadie es profeta en su tierra y creo que eso sucede un poco”, ha manifestado Emilio Pintos, profesor de doctrina social católica en la Universidad Católica Argentina quien agrega que el país examina cuidadosamente a Francisco para conocer sus opiniones políticas sobre asuntos internos.

Además, según Roberto Bosca, el Papa pretende alejarse de la percepción que surgió en Argentina de que está vinculado políticamente con el peronismo y la izquierda, que es una creencia bastante extendida en la clase media y alta. "Ha crecido la resistencia en este sector de la sociedad porque hay un profundo antiperonismo en ellos y, viendo al Papa aparentemente involucrado con el peronismo, cae en el mismo saco”, dijo Bosca.

Ya no hay una oposición tan fuerte a Francisco 

Así las cosas, en los últimos tiempos el clima político ha cambiado y ya no hay una oposición tan fuerte a Francisco, lo que puede causar cierta relajación para que el Papa viaje a Argentina. 

Y no parece casualidad que Francisco haya manifestado recientemente su deseo de ir a Argentina. El momento encaja en el ciclo político.

Habrá elecciones presidenciales en el país a finales de 2023, pero la campaña presidencial aún no ha comenzado y el campo de candidatos está abierto. 

El actual presidente del país, Alberto Fernández, anunció recientemente que no se presentaría a la reelección, por lo que el gobierno aún no tiene candidato. “Francisco está diciendo: me voy en 2024 sin importar quién gane”, explicó Pintos.

Nombramiento del arzobispo de Buenos Aires 

Pero aparte de la política, hay otro factor en juego, que podría ser el último de un rompecabezas, ya que Francisco fija una fecha para un posible regreso a Argentina: el nombramiento del próximo arzobispo de Buenos Aires.

Y si la visita se lleva a cabo, Francisco tendrá que enfrentar un problema creciente en Argentina: la rápida secularización en curso en todo el país. La gente dice ser católica, pero no se acerca a los sacramentos, ni se compromete. Las crisis vocacionales son grandes, los colegios católicos se quedan sin hermanos, se ha reducido en número de seminaristas (hoy se ordenan cuatro o cinco como máximo en Buenos Aires, que es la diócesis más grande del país). 

Es poco probable que una visita papal pueda, por sí sola, resolver ese problema, pero podría ayudar. Los obispos en Argentina ciertamente le han dicho al Papa que creen que su presencia podría marcar la diferencia.