Gibraltar celebra la ordenación del arzobispo Mark Miles en un evento multitudinario post-covid
Sin mascarillas y sin la distancia de seguridad, los más de 800 invitados presentaron su carné de vacunación o una prueba PCR negativa
Más de 800 personas asistieron el pasado domingo 25 de abril a la ceremonia de ordenación episcopal de Monseñor Mark Miles como arzobispo de la sede de Città Ducale (Italia).
Miles escogió su tierra natal, donde comenzó su vida sacerdotal en 1996, para celebrar este emotivo evento. "Se trata de una ceremonia muy solemne cuya liturgia está asentada en una larga tradición", explican a RC fuentes del servicio de información de Gibraltar.
Interés de la comunidad gibraltareña
La adecuación del complejo deportivo de Punta Europa como altar fue necesaria debido al interés que la comunidad gibraltareña tenía en este evento. Se trata del primer evento con esa cifra de asistentes tras la pandemia de Covid-19, algo sólo posible gracias a los bajos niveles de contagio y el elevado índice de vacunación en el Peñón. En todo caso, los asistentes tuvieron que presentar su carné de vacunación o una prueba PCR negativa.
Al Arzobispo Miles le acompañó una delegación del Vaticano compuesta por el Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin y el Arzobispo Paul Gallagher, Secretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado. En la ceremonia, Parolin pronunció la lectura del nombramiento de Miles como Nuncio Apostólico de Togo y Benín, lo que supone ser representante diplomático de la Santa Sede.
No es su primera responsabilidad en el servicio diplomático del Vaticano, ya que ha desempeñado funciones destacadas como traductor del Papa Francisco o, de manera más reciente, como Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos en Washington.
Hombre de mediación
El Cardenal Parolin aconsejó a Miles sobre el ejercicio de sus nuevas responsabilidades: “Como hombre de mediación, de comunión, de diálogo y de reconciliación, procura mantenerte siempre imparcial y objetivo, para que todas las partes puedan ver en el representante del Papa a un juez justo que sólo busca honestamente defender y salvaguardar la justicia y la paz”.
Durante la ceremonia, el arzobispo Miles dedicó algunas frases a los gibraltareños: “Mi agradecimiento a Gibraltar en su conjunto por ser un pueblo cálido. Me hacen sentir orgulloso de decir que soy gibraltareño”. “Gibraltar es un ejemplo de cooperación ecuménica e interreligiosa y espero que esta tendencia siga fortaleciéndose”.
Así mismo, destacó la hospitalidad de los "yanitos", su generosidad en los momentos difíciles y puso el Peñón como un ejemplo de comunidad de convivencia, donde diferentes confesiones viven juntas y sin conflictos.
Tagle y Auza
También acudieron sacerdotes que han sido importantes en la vida del Arzobispo Miles, como el Cardenal Luis Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Monseñor Claudio Gugerotti, Nuncio Apostólico en Gran Bretaña; Monseñor Bernardito Auza, Nuncio Apostólico en España; Monseñor Luigi Cona, Asesor de la Primera Sección de la Secretaría de Estado; y el Padre Paul Murray, Profesor de Teología.
Entre los asistentes estaban familiares y amigos, una amplia muestra de la comunidad católica de Gibraltar y dignatarios como el Gobernador, el Vicealmirante Sir David Steel, el Ministro Principal, Fabián Picardo, y el líder de la Oposición, Keith Azopardi.
Ayer por la tarde, Miles ofició su primera misa como arzobispo en la Catedral de Santa María la Coronada, un servicio que estuvo abierto al público. El 3 de mayo volará a Benín para iniciar su nueva misión como Nuncio Apostólico en ese país.
