Una cristiana palestina: “Es urgente conservar nuestra religión en Belén para alcanzar la paz”
El porcentaje de fieles en Tierra Santa ha pasado del 10% al 0,5% en los últimos años
Basma Barham es cristiana palestina y directora de relaciones internacionales de Holy Land Handicraft Cooperative Society, una cooperativa de artesanos de madera de olivo y madre perla de la ciudad de Belén (Palestina). Debido a la inestabilidad política, su ciudad nunca ha podido depender del mercado local: “El turismo y las peregrinaciones a Tierra Santa han disminuido. Por lo tanto, nuestra cooperativa se esfuerza por ampliar los canales de comercialización a través de la conexión con los cristianos de todo el mundo para apoyar a los cristianos en Palestina”, explica.
Basma Barham nació en Belén en 1963. En 1968 su familia emigró a Perú. “Tenía apenas 5 años, pero todavía me acuerdo cuando los soldados israelíes entraron en mi ciudad anunciando su ocupación y dando el toque de queda. Yo estaba muerta de miedo al ver sus jeeps y sus uniformes. Nunca me olvidaré cuando nos pidieron que apagásemos la televisión y rompieron la antena. Mi madre nos dijo que nos tirásemos al suelo. Sus carcajadas resuenan todavía en mi oído”, relata esta palestina a Religión Confidencial.
Regresó a Palestina en el 85. Se casó y se quedó a vivir en su país, pero sus padres y su hermana están todavía en su querida Lima. Tiene un hijo mayor que es periodista y trabaja en Jordania, “algo que me hace sentir más tranquila porque su trabajo en Palestina sería más peligroso, sé que aquí lo necesitan más, pero aunque soy patriota, también soy madre y la maternidad es lo más fuerte y lindo que existe en el mundo”, expresa a este Confidencial.
Su segunda hija ha estudiado teología y guía turística y su tercer hijo cursa cuarto año de Negocios y Marketing en la Universidad de Belén.
Proteger los cristianos de Tierra Santa
“Tenemos una meta. Creemos que conservando el cristianismo en Belén, será una herramienta para alcanzar las aspiraciones de paz, detener el desempleo y la emigración y mantener las tradiciones artesanales palestinas”, señala Basma.
Explica que la ausencia de una visión de esperanza por la paz, las presiones políticas y las restricciones a la libre circulación, “empujan en particular a los jóvenes cristianos a emigrar. Esta es una de las consecuencias peligrosas a la que se está enfrentando Tierra Santa. La población cristina era más del 10%. Hoy se ha disminuido al 0,5%”.
Por esta razón, suplica a todos los cristianos del mundo que actúen con el fin de reducir la emigración. Juntos debemos proteger a los cristianos de la Tierra Santa. Belén es para todos los cristianos del mundo que creen en Jesús, aquí nació, murió y resucitó”, recuerda esta cristiana palestina, que es practicante con “una gran fe en Dios”, señala.
“Él, junto a la Virgen, protegen mi hogar y a mis hijos, ese sentimiento que tengo me empuja a ser siempre optimista y realmente creer que algún día seremos libres, tendremos paz, viviremos como todo el mundo con libertad de movimiento”, relata.
Lo principal para ella es no ver odio en las miradas de nadie. “Como dijo el Papa Francisco: Si odiamos pecamos con nuestro cuerpo, el que Dios nos dio para cuidarlo. El odio envenena”.
La sociedad cooperativa The Holy Land Handcraft fue fundada en 1981, con el fin de contrarrestar la decadencia del mercado artesanal que comenzó a enfrentar dificultades a finales de 1970 debido a la ocupación en territorio Palestino. Esto se ha logrado gracias al impulso de coordinar a personas influyentes en los negocios con los productores locales independientes, estableciendo proyectos en conjunto que facilitan también la solvencia de problemas. Trabaja con las Cáritas de todo el mundo y promueve el comercio justo.