Las religiosas del Buen Pastor regresan a Cuba tras 50 años rezando para poder volver. Traen un Niño Jesús y una Virgen que sacaron de la Habana

La Iglesia en Cuba no vive en plena libertad, sin embargo, la visita de Juan Pablo II en 1998 y la de Benedicto XVI este mismo año, han servido para que la dictadura castrista suavice la presión a los católicos. Las religiosas del Buen Pastor regresan a la isla y traen consigo dos imágenes que tenían en la Habana hace 50 años. No dejaron de rezar.

A su regreso, esta vez no a la Habana, de donde partieron hace 50 años por la persecución de Fidel Castro a la religión, sino a la diócesis de Ciego de Ávila, han traído dos imágenes que se marcharon con ellas: una de un Niño Jesús y otra de la Virgen de la Caridad del Cobre. Las hermanas aseguran que no dejaron de rezar y de pedirle a la Virgen volver a fundar en Cuba una casa, según recoge la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Fueron esas dos imágenes, la del Niño y la de la Virgen, las que encabezaron la procesión de entrada a la celebración de la Santa Misa con la que se festejó la llegada de las cuatro religiosas. Participaron también la superiora de la congregación y otras hermanas. El evento tuvo una gran acogida entre los vecinos de Ciego de Ávila. La misa estuvo presidida por el obispo, monseñor Mario Mestril Mestril.

Durante la celebración dominical, el obispo les dio la bienvenida y las hermanas se comprometieron a trabajar en la diócesis renovando sus votos de obediencia. Después, el obispo y los fieles las acompañaron a la residencia que van a ocupar, que fue bendecida por monseñor Mestril.

 

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