El Papa reconoce en Malta su importante papel "en el desarrollo político y religioso" de Europa, Oriente Medio y África

En su primer discurso ante las autoridades de Malta, el Papa afirmó que la isla "tiene mucho que ofrecer en diversos campos, como la tolerancia, la reciprocidad, la inmigración y otras cuestiones cruciales para el futuro de este continente". Y reconoció su importante papel "en el desarrollo político, religioso y cultural de Europa, del Próximo Oriente y del Norte de África".

Benedicto XVI llegó esta sábado por la tarde al archipiélago de Malta a confirmar en la fe a un pueblo profundamente "marcado en su historia por el cristianismo llevado por el mismo apóstol Pablo, defensor ayer y hoy de los preceptos evangélicos, la sacralidad del matrimonio, la familia y la vida, pero sobre todo, punto geográfico estratégico en la consecución de un diálogo recíproco entre las culturas del área Mediterránea y Oriente Medio".

“Malta, de hecho, ha sido una encrucijada de muchos de los grandes acontecimientos e intercambios culturales en la historia europea y mediterránea, y así hasta nuestros tiempos", dijo Benedicto XVI.

El Papa animó a la nación y a sus autoridades a "continuar defendiendo la indisolubilidad del matrimonio como una institución natural y sacramental, así como la verdadera naturaleza de la familia, como ya lo está haciendo respecto a la sacralidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural; y también el verdadero respeto que se debe a la libertad religiosa, de manera que todo esto lleve a un auténtico desarrollo integral de las personas y de la sociedad”.

El último acto del Papa en su primera jornada en Malta fue la visita a la gruta de san Pablo, en Rabat, donde dijo venir "siguiendo las huellas de esa multitud de peregrinos que a lo largo de los siglos han rezado en este lugar santo, confiando a la intercesión del apóstol de los Gentiles sus propias vidas, sus familias y la prosperidad de esta nación”.

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