Líderes religiosos se enfrentan al gobierno en Canadá: dará becas solo a quien apoye el aborto y la ideología LGTBI
Católicos, evangélicos, musulmanes y judíos consideran inadmisible que la Administración imponga tal discriminación
Ochenta y siete líderes religiosos (católicos, evangélicos, judíos y musulmanes), incluido el arzobispo de Toronto, el cardenal Thomas Collins, se han unido para pedir al gobierno canadiense que retire su nueva política: dará becas de trabajo de verano a las organizaciones que confirmen su apoyo a las políticas pro-aborto y de género del Partido Liberal, dirigidas por Justin Trudeau.
“La promesa de una sociedad libre y democrática es que no haya pruebas o condiciones religiosas o ideológicas para recibir el beneficio o la protección del gobierno”, suscribe la declaración conjunta firmada por líderes cristianos, judíos y musulmanes, según recoge el Catholic Herald.
El cardenal Collins, hablando en nombre de los obispos católicos de Canadá, dijo que los grupos religiosos quieren continuar trabajando con el gobierno en un programa que proporciona fondos para contratar estudiantes para trabajar en una amplia gama de pequeñas empresas, iglesias y organizaciones benéficas durante el verano.
“Nadie aquí está tratando de comenzar un conflicto”, dijo Collins durante una rueda de prensa conjunta con otros líderes religiosos en la Iglesia Católica de San Benito en Toronto. “Seguimos la ley, la Carta de Derechos y los códigos de derechos humanos. ¿Qué más quieren?”
El cardenal apuntó que “si el gobierno tiene un problema con un grupo en particular que está haciendo algo con lo que no está de acuerdo, debe hablar con esos grupos, pero pasar por una prueba ideológica, que no podemos firmar, conscientemente, no es justo”.
Protesta de los grupos pro-aborto
El problema surgió el verano pasado cuando los grupos pro-aborto protestaron que algunas subvenciones del programa de empleos de verano de Canadá iban a organizaciones pro-vida, cuyas actividades incluían la distribución de panfletos gráficos antiaborto. En respuesta, el gobierno cambió las reglas. Los solicitantes ahora deben firmar una certificación que muchos interpretan como una aprobación general de las políticas de aborto e identidad de género del gobierno.
Por su parte, la ministra de empleo Patty Hajdu ha declarado que el objetivo del cambio no es negarles a las organizaciones religiosas y caritativas el acceso a fondos, sino garantizar que la financiación “nunca vaya destinada a un trabajo que busca eliminar los derechos canadienses, como el derecho de las mujeres a elegir o los derechos LGTBI”. La ley canadiense permite el aborto en cualquier momento durante el embarazo.
Imponer una prueba ideológica
Un comunicado de la Conferencia Episcopal de Canadá señala que el gobierno canadiense está cometiendo coerción en asuntos de conciencia y creencias religiosas, y perjudican la posibilidad de una amplia gama de puntos de vista e incluso desacuerdos saludables. “Esta medida es inaceptable”.
Por su parte, el rabino Jaim Strauchler mostró la preocupación de los judíos de ver que el gobierno impone una prueba ideológica o de valores a cualquier minoría.
“Hemos sido una minoría a lo largo de la historia. Somos muy sensibles a la posibilidad de que la mayoría intente imponer valores, incluso si estamos de acuerdo con esos valores (forzando a las personas) a creer o actuar de una cierta manera que no concuerde con sus valores básicos”, ha señalado el rabino Strauchler.
Posición insostenible
Algunas actividades que financia el gobierno canadiense a personas con escasos recursos son, por ejemplo, el campamento de verano de la parroquia de San Benedicto, un vecindario con muchas familias de bajos ingresos. Algunas familias están preocupadas ahora porque se les podría negar este campamento de verano.
Por su parte, Bruce Clemenger, presidente de la Fraternidad Evangélica de Canadá, ha manifestado que más de 1.500 proyectos evangélicos han recibido fondos del gobierno en el pasado. “El gobierno nos ha colocado en una posición insostenible”, dijo.
De la misma opinión es el imán Refaat Mohamed del Consejo Canadiense de los Imames: “Estamos preocupados por el futuro, porque las pruebas ideológicas, si se permiten, podrían usarse también para otras cuestiones”.