Tesis doctoral. “Inverosimilitud” y “falta de precisión” en la información religiosa en El País

La doctora Carola Mínguez concluye que los esquemas previos (frames) han distorsionado la actuación de los periodistas y del periódico

Miembros del equipo de la Universidad Católica de Valencia que han evaluado la tesis.
Miembros del equipo de la Universidad Católica de Valencia que han evaluado la tesis.

El 9 de mayo de 2010, el diario “El País” publicaba un artículo de la Defensora de los lectores, Milagros Pérez Oliva, titulado “Pederastia y papafobia”. Allí recogía las críticas que algunas personas habían enviado al periódico por el enfoque que ese medio estaba dando al problema de la pederastia en la Iglesia. Se quejaban de un tratamiento que suponía un ataque a la Iglesia con tergiversaciones y ensañamiento.

El artículo concluía que “no cabe duda de que lo ocurrido en el seno de la Iglesia católica es muy grave y justifica la atención informativa que el diario le ha prestado. Pero es lamentable que titulares tan poco afortunados como estos y el innecesario puntillismo con que se han descrito algunos episodios de abusos puedan inducir a pensar que el diario se ensaña con las dificultades de la Iglesia y empañar de este modo el buen trabajo realizado”.

Ayer, martes, en la Universidad Católica de Valencia, la doctora Carola Minguet Civera defendió una tesis doctoral titulada “La construcción de la imagen de la Iglesia católica a través del mensaje periodístico. Análisis del pontificado de Benedicto XVI en el diario El País”. Tesis doctoral oportuna en este momento eclesial y periodístico.

Frames, esquemas previos  

En el acto estuvo presente el arzobispo de Valencia, Cardenal Antonio Cañizares, y el rector de la Universidad Católica, José Manuel Pagán Agulló. La investigadora obtuvo la máxima calificación, con un tribunal presidido por el teólogo de la Universidad de Navarra, especialista en el pensamiento de Joseph Ratzinger, Pedro Blanco Sarto, y los profesores Bernardino Cebrián, de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia, y José Francisco Serrano Oceja, de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.  

El pontificado de Benedicto XVI abarca desde abril de 2005 a 2018. De este período, la doctora analizó 1.407 piezas de 2.851 ediciones con la metodología del “frame”, una forma de análisis de contenido muy generalizada en los ámbitos de la investigación del periodismo.

Los “frames”, encuadres, están presentes en la mente del redactor del relato y condicionan la selección y los criterios de elaboración del texto. Según la especialista en análisis periodístico, M. T. Sádaba, el “frame” es una suerte de “esquemas compartidos que subyacen en las actitudes de los periodistas, que organizan la información; en los receptores, que son capaces de comprenderla; en los textos en los que se esconden y en la cultura en la que se generan”.

El enfoque distorsiona

Carola Minguet explica en su tesis que, “en periodismo, como en fotografía, el enfoque determina la nitidez o la distorsión del retrato que se tome: si se quiere lograr una imagen nítida, se ha de ajustar el objetivo de modo que el foco coincida con el sensor; si se toma la foto por debajo de dicha distancia, no podrá enfocar y la imagen saldrá borrosa”.

“Valga este símil para plantear una reflexión personal sobre la cobertura de “El País”: no ha abierto suficientemente el diafragma y, consecuencia de ello, se ha distorsionado la imagen ofrecida. Distorsionar no significa inventar, sino torcer o desequilibrar la disposición de figuras. Se considera, pues, que la de Ratzinger, ha quedado ciertamente deformada apelando a viejos clichés”.

La crisis de la pederastia

Del período estudiado, el año 2010 fue el que “El País” publicó más noticias sobre la Iglesia debido a la crisis de la pederastia. Pero del análisis del tiempo completo de pontificado se deduce que “el conjunto temático ha ratificado los casos de abusos cometidos y encubiertos por miembros de la Iglesia como el asunto prevalente en la agenda de este rotativo”. 

 

Según esta tesis, a la que ha tenido acceso Religión Confidencial,  “el conflicto ha sido el enfoque genérico en un relato que ha traslucido una percepción particularmente oscurantista de este pontificado. Este “frame” ha quedado establecido desde el nombramiento de Ratzinger y ha prevalecido en todos los temas abordados de su pontificado, de modo que se confirma que, en el tratamiento informativo de la Iglesia católica, la polémica prima en la elección de contenido y en el relato de los mismos”.

Si el tema de la pederastia, ya en 2010, fue el asunto prevalente del rotativo, por encima incluso que la elección o la renuncia, ¿cuáles fueron los marcos desde los que se abordó esta materia?

Falta de contextualización

En la amplia cobertura dada a la pederastia por El País han convergido, según las conclusiones de Carola Minguet, los frames de moralidad, conflicto y atribución de responsabilidad, y los tres se han acentuado con herramientas narrativas.

“En el relato –señala- se han localizado, asimismo, ejemplos de yuxtaposición forzada y de falta de contextualización, que ha provocado confusión a la hora de retransmitir ciertos actos, ofrecer algunos datos y presentar determinados documentos eclesiales”.

En otro momento de la tesis, Minguet insiste en que “aunque en las informaciones de los abusos el enfoque dominante ha sido la atribución de responsabilidad, el conflicto también ha marcado el relato, no sólo por las sospechas de que Benedicto XVI, ya desde tiempos lejanos, hubiese podido participar en la penosa operación de ocultar a los sacerdotes, sino porque la preocupación de la Iglesia de hoy sigue siendo la de aparecer “limpia” cuando no lo está. Finalmente, su renuncia también se ha observado desde dicho foco, pues las corruptelas vaticanas han sido recordadas en cada información, apuntándose como causa de determinante”.

“Falacia de composición”

En otro apartado de la tesis se analizan “algunos riesgos en los que ha incurrido “El País” a la hora de informar sobre el tema de la pedofilia. Los más evidentes han sido la falacia clásica de composición (tomar la parte por el todo), mostrar un verdadero interés por relacionar el celibato como un factor desencadenante de la pederastia, así como vituperar el silencio de Ratzinger en su época de prefecto y reprobar por exiguas sus medidas como pontífice”.

De los hallazgos presentados sobre el período en conjunto, se pueden constatar dos cuestiones principales: “La primera -escribe la autora de la tesis-, es que ha habido inverosimilitud y falta de precisión en los eventos noticiosos analizados. La segunda se refiere al hecho de que, al margen de su línea editorial, esta carencia no ha partido de la absoluta invención o falsedad por parte de El País, sino de la distorsión que produce adaptar el relato sobre la Iglesia a las rutinas del periodismo generalista”.

El estudio de los géneros periodísticos concluye también que “en las crónicas (el género más frecuente) el empleo de estereotipos ha sido habitual a la hora de caracterizar al papa, la orden episcopal y al pueblo católico”.

Hay que tener en cuenta que desde el período analizado, el diario “El País” no ha cambiado de línea editorial a la hora de abordar la información sobre la Iglesia.  

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