Benedicto XVI denuncia la frialdad de las ciudades "cuando las personas se transforman en objetos sin rostro"
08 de diciembre de 2009 (01:00 h.)
Benedicto XVI ha alertado de la contaminación de las ciudades, consecuencia del comportamiento individual, pero ha advertido de una contaminación más peligrosa: la del espíritu, que nos convierte en personas sin alma. En el homenaje a la Inmaculada, en la Plaza de España de Roma, el Papa ha hablado de “una contaminación que hace nuestros rostros menos sonrientes, que nos conduce a ni siquiera saludarnos, a no mirarnos a la cara... Las personas se transforman en cuerpos, que pierden el alma, se transforman en cosas, objetos sin rostro, intercambiables y consumibles”.
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