La película 'Broker' del japonés Hirokazu Kore-eda se atreve a cuestionar el aborto a través de los marginados
"A cada personaje se le recuerda que su existencia no es una carga. Son amados simplemente por lo que son", dice el crítico americano Joseph Joyce
La película "Broker" del cineasta japonés Hirokazu Kore-eda (sus películas exploran temas tales como la memoria, la muerte y asumir la pérdida de un ser querido) con un elenco de actores y temática totalmente coreana, va más allá de un thriller increíble: ofrece algo mucho más atrevido de temática pro-vida: vale la pena salvar a un bebé y vale la pena vivir la vida.
"'Broker' mira el aborto a través de los ojos de los marginados sociales", analiza para Angelus Joseph Joyce un guionista y crítico de Los Ángeles (USA).
A cada personaje se le recuerda que su existencia no es una carga. Son amados simplemente por lo que son, sin nada que ganar o compensar.
La película "Broker" insiste en silencio pero con firmeza que la vida vale la pena vivirla. Sinopsis: una noche lluviosa una joven abandona a su bebé a las puertas de una iglesia. El recién nacido es recogido por dos hombres que se dedican a robar bebés abandonados para venderlos padres dispuestos a pagar una tarifa. Cuando la joven regresa a la iglesia, arrepentida, descubre el negocio ilegal de ambos hombres y decide unirse a ellos para encontrar a los padres adoptivos más adecuados. En este inusual viaje por carretera, el destino de los que se crucen en la vida del niño cambiará radicalmente.
La caja de bebés de la Iglesia
El film presenta dos personajes Sang-hyeon y Dong-soo que se hacen llamar intermediarios, una tapadera eufemística de lo que en realidad es una operación de tráfico de personas.
Todo empieza en una iglesia local que ofrece una "caja de bebés", donde las madres pueden abandonar legalmente a sus hijos no deseados. "Asumiendo que nadie extrañará lo que literalmente están tirando a la basura, la pareja roba a los bebés y los vende a padres que no pueden pagar el costo o esperar el proceso oficial de adopción", expone Joseph Joyce.
El guionista norteamericano relata algunas secuencias de la película advirtiendo eso sí de spoilers.
Una vez que han cogido a uno de esos bebés de la caja de la Iglesia, So-young, una madre se arrepiente e inmediatamente regresa a la iglesia, cuando descubre que su bebé acaba de desaparecer. Entonces Sang-hyeon y Dong-soo se ven obligados a revelarle su plan. Sin embargo, en lugar de alertar a las autoridades, la joven madre decide participar y obtener una tajada.
Obligados a cudar al bebé
Estos tres personajes son todos marginados: Sang-hyeon es un ex convicto divorciado por quien su propio hijo parece avergonzarse, So-young es una prostituta y Dong-soo tiene una inversión personal en su oficio, ya que él mismo fue un niño de la caja de bebés: prefiere ver a los bebés colocados con padres que realmente los quieren en lugar de languidecer en un orfanato.
En otro momento aparece otro personaje marginado: otro huérfano, Hae-jin que se esconde en la camioneta de los anteriores y, por lo tanto, va con ellos en su viaje de venta de bebés. Un grupo heterogéneo unido por la necesidad.
"Pero, lo que comienza con una tapadera, se convierte en sinceridad. Se ven obligados a cuidar a un bebé que están tratando de vender. En una escena particularmente conmovedora, esta peculiar familia corre al hospital cuando el bebé presenta fiebre común", describe Joyce.
Curar las heridas del pasado
Algunas otras reflexiones que nos brinda este film según el crítico de Los Ángeles: Esta nueva vida no es una carga, sino en todo caso, ha aligerado la carga. Incluso cura las heridas del pasado. En lo alto de una rueda de la fortuna, Dong-soo le confiesa sus resentimientos a So-young, particularmente hacia la madre que lo abandonó. “No puedo perdonarla”, admite, “pero puedo perdonarte a ti”.
En la película, también se cuestiona a la prostituta sobre su elección, y la preguntan sino hubiera sido mejor que hubiera abortado. So-young no tiene una respuesta para esta simple consulta. "Es cierto que el aborto le ahorraría a ella y a toda la sociedad cualquier sufrimiento. Pero eso, sugiere la película, sería como quemar la selva tropical para mantener la ropa sin savia", dice Joyce.
El clímax de la película aparece de pronto en una escena tranquila, pero no vamos a adelantar el acontecimiento. Se trata de la emoción y el amor de So-young a su hijo. "Lo que comenzó como una concesión se convierte en algo mucho más profundo. A cada uno de ellos se le recuerda que su existencia no es una carga. Son amados simplemente por lo que son, sin nada que ganar o compensar", expresa el crítico.
“Broker” se puede ver en algunas plataformas online.
