Lecturas del martes 9 de enero de 2024

“¡Cállate, y sal de él!”. El Señor responde con estas fuertes palabras a un endemoniado que lo había reconocido como el Santo de Dios.

Lecturas de hoy
  1. Primera lectura
  2. Salmo Responsorial
  3. Aleluya
  4. Evangelio
  5. Comentario

Primera lectura

Lectura del primer libro de Samuel (1,9-20):

En aquellos dias, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo, Ana se levantó y, con el alma llena de amargura, se puso a rezar al Señor, llorando a todo llorar.
Y añadió esta promesa: «Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida, y no pasará la navaja por su cabeza.»
Mientras ella rezaba y rezaba al Señor, Elí observaba sus labios. Y, como Ana hablaba para sí, y no se oía su voz aunque movía los labios, Elí la creyó borracha y le dijo: «¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? A ver si se te pasa el efecto del vino.»
Ana respondió: «No es así, Señor. Soy una mujer que sufre. No he bebido vino ni licor, estaba desahogándome ante el Señor. No creas que esta sierva tuya es una descarada; si he estado hablando hasta ahora, ha sido de pura congoja y aflicción.»
Entonces Elí le dijo: «Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.»
Ana respondió: «Que puedas favorecer siempre a esta sierva tuya.»
Luego se fue por su camino, comió, y no parecía la de antes. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de ella.
Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: «Al Señor se lo pedí.»

Palabra de Dios

Salmo Responsorial

1S 2,1.4-5.6-7.8abcd

R/.
 Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. 

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. 

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece

Vídeo del día

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R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. 

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

Aleluya

Aleluya

Acoged la palabra de Dios, no como palabra humana, sino, cual es en verdad, como pala bra de Dios.

Aleluya

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor

Comentario

Jesús se encuentra en Cafarnaúm predicando y realizando milagros. Vemos aquí que el mensaje que ha venido a traer se presenta con una fuerza sorprendente, tanto que el Señor se convierte rápidamente en una personalidad famosa, dejando estupefactos a quienes lo ven y oyen.

En esta ocasión, le traen un endemoniado que reconociendo inmediatamente que Jesús es el Santo de Dios, recibe como respuesta unas palabras tajantes del Señor: Calla y sal de él. A lo largo del evangelio de san Marcos volveremos a encontrarnos con que Jesús quiere que se guarde el “secreto” sobre su verdadera identidad (cf. Mc 1, 25.34.44; 3,12; 5,43; 7, 24.36; 8, 26.30; 9,9).

¿Cuál era la intención de Jesús al imponer este silencio? Podemos entenderlo si consideramos que el diablo desde el primer momento intenta desviar a Jesús hacia la lógica humana de obtener el éxito a través de la fuerza y del espectáculo, mientras que el Señor sabe que el sufrimiento y la humillación de la cruz son parte fundamental de su misión.

Jesús no se deja vencer por la tentación del camino fácil. Sabe que si quiere vencer al diablo es preciso no distraerse con las flores del camino e ir directamente al encuentro de las tinieblas del sufrimiento y de la muerte, para mostrarnos que aún en esas circunstancias adversas la luz de Dios continúa presente y no nos abandona.

Hoy día el demonio sigue actuando del mismo modo e intenta por todos los medios distraernos de la vocación a la que el Señor nos ha llamado. Una vez más, Jesús nos enseña que no se debe dialogar con la tentación sino cortar con un decidido ¡cállate! cuando sea necesario.