Los misioneros españoles estrenan capilla

La sede de la Dirección Nacional de Obras Misionales Pontificias está de enhorabuena. Esta tarde, el cardenal Rouco Varela, administrador de la diócesis, preside la celebración eucarística con la que se inaugura la nueva capilla de la institución. Junto a Rouco, participan también el vicario, el arcipreste y el párroco de la zona, además del delegado de Misiones de Madrid junto con las personas que han participado en que esta capilla sea una realidad.

Aunque ya había un pequeño oratorio en la sede de Fray Juan Gil, en la madrileña Colonia del Viso, era insuficiente para acoger las celebraciones y la oración diaria de las personas que están o pasan por Obras Misionales Pontificias. Por eso, hacía ya algún tiempo que se buscaba otro espacio más adecuado. El nuevo emplazamiento es más grande e incluye una sacristía.

La planificación y decoración de esta capilla ha corrido a cargo de la compañía Santarrufina, especializada en artículos religiosos. Destaca el rosetón de San Juan Pablo II en la sala y la imagen de la Virgen de las Misiones, justo detrás del altar. La figura sostiene en sus manos una bola del mundo que esconde en su interior el sagrario. La sala, con abundante iluminación natural, cuenta con unas vidrieras en el frontal que completan el conjunto.