La nada habitual doble despedida del nuncio

Está dentro de las relaciones de cortesía diplomáticas, que un nuncio saliente acuda a La Moncloa para despedirse de su principal interlocutor en España. Por eso Monteiro de Castro fue recibido ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Lo que no es tan frecuente es que el ex nuncio acudiera el día anterior, también de manera oficial, a La Moncloa, para despedirse de la vicepresidenta del Gobierno. La explicación está en la buena relación que ha mantenido monseñor Monteiro de Castro con De la Vega. El nuevo secretario de la Congregación para los Obispos ha llegado a comentar su aprecio personal por la vicepresidenta, por su carácter dialogante. Y por eso no dudó en acudir a despedirse personalmente de ella.

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