Despues de que el cardenal de Lima Juan Luis Cipriani rechazara que la religiosa española, Teresa Forcades, dictase la semana pasada una conferencia y diera a conocer su postura sobre temas de homosexualidad y aborto, las órdenes religiosas reunidas en la Conferencia de Superioras y Superiores Mayores de Religiosos ( Confer) le hicieron ayer un acto de desagravio, antes de que ella partiera a su ciudad natal. "La actitud del arzobispo Cipriani no me ha afectado, debo confesar que ya estoy acostumbrada a ese grupo reducido que está en contra de mis ideas y mi manera de ver las cosas", señaló la religiosa. Confesó que sí le indignaron los apelativos que le colocaron algunas redes sociales, donde la llamaron pro-abortista. "No lo soy, y ahora lo aclaro. Pero sí estoy de acuerdo con la despenalización de un mal menor. Hay dos principios importantes, el de la vida y el de la autodeterminación: quiere decir que la madre tiene derecho a elegir si su vida está en peligro, ya el de arriba juzgará".
Ademá En una sala atenta a sus palabras, Forcades relató las experiencias que ha vivido a lo largo de su vida y el porqué apoya a los homosexuales. "Antes de ser monja, estudié una carrera, soy doctora. Esta profesión me hizo conocer todo tipo de realidades. En un momento traté a los enfermos de VIH-Sida. Me permití conocerlos más allá de un trato médico-paciente, y me di cuenta que es mejor que un niño abandonado esté con una pareja que le brinde amor, sin importar el sexo, a que esté solo y sin familia".