En la audiencia general de ayer, el Papa señaló que el mundo actual comprende cada vez menos lo sagrado, pues la funcionalidad se ha convertido en la única y decisiva categoría. La concepción católica del sacerdocio corre el riesgo de "perder su consideración natural". Y subrayó que es imprescindible que la vida del sacerdote sea esencialmente eucarística. En la plaza de San Pedro había representantes de la Cruz Roja. A ellos les recordó la importante labor que pueden realizar en los países más necesitados.