Monseñor Osoro zanja el ‘caso Benedicto’ en Valencia

Según cuenta el diario Levante, ocho años llevan los gestores de Acciona intentando cobrar los dos millones de euros que se les deben por los siete mil urinarios portátiles que instalaron para la visita del papa a Valencia en 2006. Y de repente, acuerdo entre los deudores y se ultima el pago. Hay quien dice que ha tenido un efecto balsámico el enfado que el obispo Esteban Escudero cogió al verse interrogado judicialmente sobre aquel evento, del que ostentaba el cargo de presidente ejecutivo, enfado acrecentado al salir en la prensa el vídeo y la transcripción de su declaración. Otros señalan que la denuncia de Cavaltour, la agencia de viajes de Bancaja, harta de no cobrar lo que se le debía, desatascó el bolsillo de los patronos (Arzobispado, Generalitat, Diputación y Ayuntamiento). Pero todos coinciden en que ha sido Carlos Osoro quien ha puesto la masilla del acuerdo, cansado de que la opinión pública asociase aquella visita a impagos y corrupción. El arzobispo sí ha sabido leer lo que ocurría.


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