Partisanos occidentales comienzan a viajar hasta Iraq para luchar contra los yihadistas del Estado Islámico

Un número creciente de occidentales -en su mayoría procedentes de EE.UU., Canadá, Australia y Reino Unido- están acudiendo a combatir junto a las brigadas cristianas de Dwekh Nawsha -'los sacrificados' en idioma arameo-, que luchan con los soldados kurdos peshmerga en las llanuras de Nínive, en el Kurdistán iraquí, donde actualmente se encuentran refugiados 120.000 cristianos venidos de otras zonas del país.   

El autoproclamado objetivo de estos partisanos occidentales es defender a los cristianos y a otras minorías religiosas iraquíes haciendo frente a Daesh, el acrónimo de connotaciones despectivas que en lengua árabe se emplea para referirse a los yihadistas del Estado Islámico.

En los próximos días se espera que más de 100 de estos hombres con experiencia militar y habilidades específicas en materia de seguridad se enrolen en las brigadas de Dwekh Nawsha, con las que suelen contactar a través de las cuentas que esta milicia tiene en Facebook Twitter. Luego llegan a Iraq a través de terceros países de la zona -principalmente, Líbano Turquía- para así no despertar sospechas entre los servicios de inteligencia occidentales.

Las brigadas de Dwekh Nawsha, lideradas por Albert Kisso, fueron fundadas en 2014 tras las continuas matanzas de cristianos y yazidíes perpetradas por el Estado Islámico. Actúan como brazo militar del Partido Patriota Asirio, cuyo actual secretario general es Emanuel Khoshaba Youkhana. Al contrario que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), catalogado por EE.UU. y la Unión Europa de grupo terrorista, Dwekh Nawsha está considerado como una organización de corte nacionalista que defiende a los caldeos iraquíes, cuyas señas de identidad -además de la religión cristiana- son el uso en la vida diaria del idioma arameo y el hecho de considerarse a sí mismos como la población autóctona del país, previa a la invasión de los ejércitos musulmanes árabes durante el siglo VII. 

Las brigadas de Dwekh Nawsha, si bien pequeñas en número, están experimentando un rápido crecimiento de efectivos; sin contar a los recientes voluntarios occidentales, en un año ha pasado de 70 a 250 soldados. Su capacidad armamentística es más defensiva que ofensiva. Estas brigadas cristianas están peor pertrechadas que las Unidades de Protección Popular -Yekineyen Parastina Gel, (YPG) en idioma kurdo-, que cuentan con el apoyo del PKK. En todo caso, ambas milicias -caldeas y kurdas- solo disponen de armamento ligero. Dwekh Nawsha no comparte la ideología marxista del PKK, pero mantiene colaboración con las autoridades del Kurdistán autónomo iraquí.

En cuanto al principal enemigo de Dwekh Nawsha, la información que ya ha reunido la ONU sobre los crímenes del Estado Islámico está detallando "actos de crueldad a una escala inimaginable". Dada la gravedad de la situación, fuentes militares norteamericanas acaban de confirmar la inmimente puesta en marcha de una operación a gran escala para recuperar Mosul, la segunda ciudad de Iraq, que desde el pasado mes de junio está tomada por unos 2.000 yihadistas. Dicha operación comenzará la próxima primavera -abril o mayo de 2015- y contará con un batallón de entre 20.000 a 25.000 soldados iraquíes y kurdos, así como el apoyo estratégico y aereo del Ejército de los EE.UU.

 

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