Lloró después de dar la noticia

Fueron minutos de infarto. Una periodista de la Agencia ANSA, tan experta vaticanista que comprendía bien el latín en el que Benedicto XVI comunicó su renuncia al consistorio, escuchó al propio Papa dar la noticia. Ella, de inmediato, supo que iba a ser la noticia de su vida. Ahí empezó la espiral de medios de comunicación, el primer silencio del Vaticano y la convocatoria de la rueda de prensa extraordinaria por parte de Federico Lombardi.

Mientras tanto, ella, Giovanna Chirri, lloró: "He dado la noticia y después me he puesto a llorar", confesaba. "Humandamente, lo he sentido mucho". Y es que esta periodista de dilatada experiencia, sabía, como muchos de los periodistas que habitualmente siguen al Papa, que "ya lo había anunciado en su libro, pero estaba convencida de que no dimitiría".

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