Libia vuelve a ser noticia por la persecución a los cristianos
A Libia la primavera árabe que acabó con la dictadura de Gadafi se le ha convertido en invierno de los derechos humanos. Si antes el régimen dictatorial del asesinado mandatario coartaba las libertades, ahora es el caos de la organización estatal y el ascenso a las instituciones de los radicales islámicos lo que causa estragos, en particular entre la población cristiana.
Hace unos semanas, Religión Confidencial daba cuenta de cómo habían tenido que abandonar el país las últimas congregaciones religiosas que seguían en la zona más conflictiva. Ahora se ha sabido, por la agencia de noticias estatal, que hace un mes dos sacerdotes coptos ortodoxos murieron en el asalto a un templo en Bengasi.
Desde el Gobierno libio han mostrado su pesar por lo ocurrido y han asegurado que ese no es el Islam, pero tras la caída del régimen de Gadafi el descontrol se ha apoderado del país y los grupos de radicales lo han tomado como refugio y lugar de entrenamiento.
