La anécdota del Amato sobre la beata Madre María Purísima de la Cruz

El pasado sábado, al principio de su homilía, el arzobispo Amato, enviado del Papa para la beatificación de Madre María Purísima de la Cruz en Sevilla, contó que cuando la Beata visitó como Madre General la casa de Reggio Calabria (Italia) con toda naturalidad eligió para ella la limpieza de los baños. Un día en el que una hermana los limpió antes, la Madre preguntó: "¿Quién me ha quitado mi oficio?". Amato quiso recordar que Madre Purísima solía decir que "en la casa de Dios no hay tareas bajas, todas son altas".

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