Valencia pide la colaboración de jóvenes para reforzar la catequesis presencial en la pandemia

La Delegación de Catequesis del arzobispado advierte que algunos catequistas forman parte de grupos de riesgo

Germán Mora, delegado de Catequesis de la archidiócesis de Valencia.
Germán Mora, delegado de Catequesis de la archidiócesis de Valencia.

La Delegación de Iniciación Cristiana y Catequesis del Arzobispado de Valencia ha hecho un llamamiento a la colaboración de jóvenes educadores de las parroquias o pertenecientes a movimientos juveniles de la diócesis, para que ayuden a impartir la catequesis de forma presencial y que ésta pueda seguir siendo una realidad este curso aun en el contexto actual de pandemia.

Según han manifestado fuentes del arzobispado, “se hace necesario ampliar el número de catequistas debido a la necesidad de ofrecer más días de catequesis” atendiendo al aumento de grupos para reducir el número de participantes y a la realización de sesiones escalonadas a lo largo de la semana.

Además, “el hecho de que algunos catequistas forman parte de grupos de riesgo implica la necesidad de incorporar nuevos”.

Para ello, “se podría contar con los educadores de los grupos de jóvenes de la comunidad y movimientos como los juniors, ofreciéndoles una formación adecuada para ayudarles en la transmisión de la fe, teniendo en cuenta que ellos ya tienen experiencia como educadores”, aseguran.

Valor fundamental de la participación presencial 
 

Precisamente, la delegación de Catequesis ha elaborado un documento con orientaciones para familias, párrocos y catequistas en este contexto de crisis sanitaria, en el que recuerda “el valor fundamental de la participación presencial en la catequesis”. “La presencialidad es muy importante para que los niños, jóvenes y las familias se sientan vinculados a la comunidad cristiana, formen parte de la parroquia y participen de la Eucaristía dominical”.

Han destacado que  es clave “retomar el curso catequético” y que las parroquias, los colegios y comunidades “vayan adecuando estas orientaciones a su propia realidad para que las normas que nos llegan desde Sanidad se puedan ir cumpliendo de manera escrupulosa por el bien de los niños y las familias”.  La situación “es difícil pero tenemos que confiar en el Señor y tener esperanza”.

Alternativas a la participación presencial

 

No obstante,  la Delegación de Catequesis contempla alternativas y otras iniciativas catequéticas en el caso de que las circunstancias no permitieran la participación presencial de quienes acuden a la catequesis o también como complemento a las sesiones de catequesis. Así, “continuaremos apostando por el uso de las nuevas tecnologías y de los medios telemáticos como una herramienta al servicio del proceso educativo de la fe”, han explicado.
 

Además de las medidas higiénicas establecidas, como el uso obligatorio de mascarillas, gel hidroalcohólico, distancia mínima de seguridad de 1,5 metros y límite de aforos, la delegación diocesana recuerda la conveniencia de que los espacios sean abiertos, amplios y ventilados y que sean higienizados antes y después de las sesiones.

“Grupos burbuja”

Igualmente, entre otras recomendaciones, se insiste en la importancia de crear “grupos estables” o “grupos burbuja”, es decir, el mismo grupo de niños y niñas con el mismo catequista y, para evitar aglomeraciones, “convendría distribuir los grupos y las sesiones a lo largo de la semana".

Además, “cuando se desarrolle la catequesis en grupo, éste estará formado por un máximo de 9 niños/niñas porque en caso de darse un caso positivo de COVID se podrá aislar al grupo sin necesidad de paralizar la actividad parroquial”.

Otra solución “será realizar la catequesis en el espacio del templo parroquial en cuyo caso el aforo se puede ampliar, tal como ocurre en el mundo escolar.” Así, “se pueden reunir varios grupos y pueden acompañar la catequesis con la oración comunitaria”, establece el documento.

Además, los niños deben usar su propio material (catecismo, cuaderno, bolígrafos) y se evitará compartirlo.

 

Catequesis con motivo de la Eucaristía dominical


No obstante, en el caso que no sea posible la participación presencial de quienes acuden a la catequesis o también como complemento a las sesiones de catequesis, “se deberá cuidar la celebración de la eucaristía dominical como ámbito de encuentro, formación y oración”, apunta la comisión diocesana.

Así, “antes o después de la celebración, el sacerdote o un catequista puede desarrollar una breve y sencilla catequesis que tenga en cuenta el momento del Año Litúrgico, el Evangelio del Domingo y alguno de los contenidos principales del itinerario de catequesis”.

De igual forma, la delegación diocesana de Iniciación Cristiana y Catequesis continuará apostando por el uso de las nuevas tecnologías y de los medios telemáticos como una herramienta al servicio del proceso educativo de la fe, “que lo complementa, tal como ha venido realizando desde el inicio de la pandemia bien desde la página web o con otras iniciativas catequéticas que ya han desarrollado las parroquias y comunidades”.


 

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