El obispo de Alicante renuncia a la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus
Jesús Murgui recibió la primera dosis el 8 de enero, junto a los sacerdotes vinculados con la Casa Sacerdotal de Alicante
El obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, que se vacunó el pasado 8 de enero junto a varios sacerdotes de la Casa Sacerdotal, ha decidido renunciar a la segunda dosis ante la “repercusión mediática” que se ha originado.
En un comunicado de ayer, lunes 8 de febrero, el Obispado de Orihuela-Alicante mantiene que el obispo recibió la primera dosis “sin buscar ningún trato de favor, siguiendo la dinámica de las demás campañas de vacunación, debido a su vinculación sanitaria con la Casa Sacerdotal”.
Pero “debido a la repercusión mediática causada por la interpretación de este hecho, y por el bien espiritual de todos los fieles de la Diócesis de Orihuela-Alicante, el Sr. Obispo renuncia a recibir la segunda dosis en el mismo centro en que recibió la primera”.
Por otro lado, el obispo se pone en manos de la Sanidad Pública para completar su vacunación “donde y como determine la autoridad sanitaria”.
Servicio médico común
En un comunicado del pasado 4 de febrero, se especificaba que el obispo “recibió la primera dosis de la vacuna el pasado 8 de enero, junto a los sacerdotes vinculados con la Casa Sacerdotal de Alicante. Desde el año 2007, en que se inauguró el nuevo obispado, donde se encuentra también la residencia episcopal, el obispo diocesano ha estado vinculado sanitariamente a la Casa Sacerdotal por la proximidad entre ambos edificios. En aquel momento el obispo titular era D. Rafael Palmero”.
“Desde que tomó posesión de la Diócesis, en septiembre de 2012, - continuaba el comunicado - D. Jesús ha heredado esta situación, de tal modo que su servicio médico es el común a todos los sacerdotes de la Casa Sacerdotal.
“Siempre que ha tenido lugar alguna campaña de vacunación en la que se ha convocado a los miembros de este centro, por ejemplo la vacunación anual de la gripe, el Sr. Obispo también ha sido convocado”.
Así mismo, señalaba que “tras la vacunación, ante la sospecha de algún caso de coronavirus en dichas instalaciones, el Sr. Obispo fue convocado con todos los demás a hacerse una prueba PCR y ha estado confinado el tiempo que se ha señalado, como el resto de sacerdotes, siguiendo los protocolos sanitarios”.
Finalizaba el comunicado afirmando que “el Sr. Obispo no ha buscado ningún trato de favor sanitario, sino que ha cumplido el protocolo prescrito, como en las demás situaciones sanitarias que ha vivido”.