Las obras de una casa junto a la concatedral de Logroño, provocó la caída de la cúpula que hirió a una niña

El incidente que produjo ayer el derrumbe de cascotes del revestimiento de un techo de la concatedral de Santa María de la Redonda de Logroño, y que produjo heridas a una niña de 8 años, no fue por un accidente en las obras que se realizan en la bóveda de una de las capillas del templo, como inicialmente informaron fuentes de la diócesis. 

La diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño emitió un comunicado en el que indicaba que "una grúa propiedad de una empresa constructora que estaba llevando a cabo unas obras junto a la concatedral de La Redonda ha golpeado en uno de los pináculos, desprendiéndose y chocando contra una de las cúpulas de la concatedral, provocando la caída de unos cascotes en el interior junto a la tumba del Espartero y golpeando a una niña en una pierna que se encontraba visitando la Concatedral". 

Siete puntos en la pierna de la niña 

Posteriormente, El Deán de la Concatedral Federico Nalda, declaró que el origen del suceso que procedía de la construcción de una casa nueva en la calle Caballerías, junto a la Concatedral riojana". 

Desde la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño han lamentado el incidente ocurrido y han estado en contacto con los familiares de la niña, que recibió siete puntos de sutura en la pierna, en el Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro y posteriormente, fue dada de alta. 

Así mismo, la diócesis ha informado que tanto los técnicos del Ayuntamiento de Logroño como de la diócesis de Logroño  han puesto en marcha ya un plan para reparar la cúpula dañada.

El Deán de la Concatedral describió el suceso como "si fuera un pequeño terremoto" al caerse los cascotes de la cúpula en el interior del templo.