IV Congreso Internacional sobre Pobreza: “El Covid no puede ser la enfermedad de los pobres”

Organizado por la Universidad Católica de Valencia (UCV), se celebrará los próximos 9 y 10 de noviembre

Presentación del IV Congreso Internacional sobre Pobreza.
Presentación del IV Congreso Internacional sobre Pobreza.

José Luis Sánchez, vicario episcopal de Cultura y Relaciones Institucionales de la Diócesis de Valencia y director ejecutivo de la Cátedra Santo Tomás de Villanueva, inauguró ayer el Foro previo al Congreso Internacional “Pobreza y Hambre: Educación y Tecnología en el contexto de la pandemia” en el que en los coordinadores de las siete comisiones de trabajo de la línea de Investigación sobre Pobreza y Hambre de la UCV expusieron los trabajos realizados desde la edición anterior y los avances alcanzados durante este tiempo. 

En su intervención, el vicario episcopal de Cultura ha subrayó la necesidad de “buscar el desarrollo integral de toda la persona para que la pobreza, el hambre, la exclusión, las migraciones forzadas y la violación de las libertades fundamentales no tengan cabida”. 

El director del foro destacó que “el COVID no puede ser la enfermedad de los pobres” insistiendo en la necesidad de que "todas las personas puedan acceder a las vacunas, en especial, los más necesitados”.

La ética debe dirigir la técnica

“Debemos poner en el centro al ser humano, y considerar el desarrollo de capacidades físicas, intelectuales y espirituales, porque sin Dios no somos sostenibles”, añadió. 

El director de la línea de investigación  Pobreza y Hambre, ha afirmado que “las nuevas tecnologías y el arte han de ayudar a configurar esta nueva sensibilidad que el mundo precisa”, pero ha advertido del “peligro de herir a la naturaleza si la técnica no se aplica bajo las directrices de la antropología y la ética”. 

En este sentido, el experto ha señaló “solo una auténtica formación libera de la pobreza y del hambre, y en este tiempo, las tecnologías pueden favorecer la educación siempre y cuando favorezcan la propia naturaleza humana”. 

“Los países desarrollados tenemos la obligación de investigar todas las posibilidades para paliar el hambre y la pobreza y poner a disposición de toda la humanidad estas nuevas soluciones, sin descartar opciones viables por razones ideológicas”, ha concluido en la presentación de este foro que organiza la Cátedra de Teología de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la UCV en colaboración con la Vicaría Episcopal de Cultura del Arzobispado.

Globalización económica y de la solidaridad

El decano de Facultad de Filosofía de la UCV, Ginés Marco, expresó que “la solidaridad, además de no tener fronteras, de estar cada vez más globalizada, está sufriendo distintas interferencias por instancias políticas que la obstaculizan severamente por una nueva colonización que asume la política de los mundos vitales, incluyendo también la economía”. 

Así, Marco puso sobre la mesa dos retos: “que la globalización económica lleve consigo una globalización de la solidaridad, y que la política atienda los verdaderos reclamos de la ciudadanía”. 

 

Inserción de la persona en el sistema económico

Por su parte Juan Sapena, director de la Cátedra Betelgeux para el Desarrollo de una Economía Sostenible, disertó sobre cómo favorecer el desarrollo de una economía responsable y sobre la “inserción de la persona en el sistema económico”.  

Así, Sapena argumentó que, “la tecnología tiene unos efectos potencialmente favorables para el desarrollo económico, pero hemos de ser conscientes de que este desarrollo requiere otro tipo de cualificaciones laborales para mantener a la persona en el sistema productivo”. 

Erradicar la pobreza desde la empresa

La sesión también ha incluyó una mesa de expertos sobre desarrollo y nuevos modelos de trabajo en la que ha intervenido Asunción Esteso, que ha presentado el proyecto Economía de Comunión (EdC), presente en los cinco continentes, del que ella es directora en España y cuyo objetivo es la contribución a la erradicación de la pobreza desde el propio pilar del sistema: la empresa.  

En la mesa redonda también ha participado José Antonio Palomero, responsable de Educación y Divulgación en Global Omnium, que ha tratado los retos y soluciones en lo que al problema del agua se refiere. 

También intervinieron ayer José Miguel Mulet, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, que abordó la tecnología en agricultura como herramienta para acabar con el hambre;  el profesor de la UCV Roberto Sanz, que analizó el impacto del Covid-19 en la educación, - “que ha generado tres brechas – afirmó -: la brecha del aprendizaje, la brecha digital y la brecha escolar”; u Vicente Cloquell, profesor de Proyectos de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia, sobre la vivienda y la arquitectura en relación con la pobreza y el hambre en el mundo.

Contenidos del IV Congreso Internacional

Este foro recogió también las principales conclusiones de las tres primeras ediciones del Congreso Internacional “Pobreza, Hambre y Alimentos Emergentes” celebrado en 2016, y “Pobreza, Hambre y Sostenibilidad” que tuvo lugar en 2017, y “Pobreza, Hambre y Educación”, en 2018. 

Igualmente, se han presentado los contenidos fundamentales que se abordarán en IV Congreso Internacional “Pobreza y Hambre: Educación y Tecnología en el contexto de la pandemia” que se celebrará los próximos 9 y 10 de noviembre en Santa Úrsula.  

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