El Encuentro de Religiones de Madrid no pretende crear una religión universal ni descafeinar la católica

El presidente de la Comunidad de Sant´Egidio y el cardenal Osoro presentan el encuentro 'Paz Sin Fronteras': "Las religiones deben ser protagonistas del cambio en el mundo"

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El cardenal Osoro y Tiscar Espigares.

El cardenal de Madrid, Carlos Osoro y el presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo, presentaron ayer el Encuentro “Paz sin Fronteras”, organizado por ambas instituciones eclesiales. La jornada comienza mañana y finalmente el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sanchez, no acudirá al acto de inauguración.  

Más de 300 líderes de las grandes religiones mundiales, representantes del mundo académico, cultural, expertos internacionales, sociedad civil y miles de participantes de toda Europa coinciden en Madrid del 15 al 17 de septiembre para decir “NO” a la guerra, a los conflictos y al creciente clima de violencia y racismo.

El cardenal arzobispo de Madrid ha abogado por ver en los demás a "hermanos" y construir así una"casa común" en vez de quedarse encerrados en "fortalezas", incidiendo en que las religiones son "necesarias" para lograrlo.

Tras las huellas de san Juan Pablo II 

Tras la rueda de prensa, Tiscar Espigares, portavoz de la Comunidad de Sant´Egidio en Madrid, ha explicado a Religión Confidencial algunos pormenores de este evento internacional. 

La archidiócesis de Madrid calificó que este encuentro supondrá un "antes y un después". Espigares expplica que está marcado por una conciencia de que la paz es posible, la necesidad de que las religiones sean protagonistas del cambio en el mundo. "Las religiones no son algo secundario en el mundo, todas abogan por la unidad de la familia humana, el nombre de Dios es paz".

Recuerda que el diálogo con otras religiones no es un empeño del Papa Francisco. "Fue la gran intuición de san Juan Pablo II en el año 86 cuando convocó por primera vez a todos los líderes religiosos en Asís a rezar por la paz. Estamos convencidos de que las religiones son un impulso que puede dar un rostro humano a esta globalización que está haciendo del mundo un gran mercado sin límites, pero la indiferencia campa a sus anchas y los muros crecen. ¿Quién le da un alma a este mundo globalizado, a este cambio de época? Las religiones son sin duda el factor imprescindible para que este mundo sea una casa y tenga un alma a la altura de la humanidad y no solo sea un mundo en el que maximizar los intereses económicos de las empresas sea la prioridad", expone Tiscar Espigares.  

"No es lo mismo una religión que otra" 

Algunos sectores eclesiales se preguntan si este Encuentro, organizado por la Archidiócesis de Madrid y una comunidad católica (Sant´Egidio), la religión católica va a quedar diluida respecto a las demás, porque como se ha recordado desde la archidiócesis de Toledo "no da igual una religión que otra" 

"No todas las religiones son iguales, evidentemente. Ya el Concilio Vaticano II establece claramente que las religiones están llamadas a colaborar entre sí y a apreciar lo que hay de bueno y lo que hay de santo en todas ellas. Esto no significa que uno renuncie o descafeinemos nuestra religión como ha explicado el cardenal Osoro. No se trata de crear un sincretismo, es decir, vamos a hacer un mix de las religiones y creamos la religión universal", matiza la portavoz de Sant´Egidio en Madrid. 

Espigares señala que ciertamente existe una diversidad de los modos de expresarse con Dios, pero el diálogo no significa que yo tengo que "desprenderme" de algo de mi religión. "El diálogo interreligioso parte del profundo convencimiento de cada persona de su propia tradición religiosa y si cada uno es fiel, encontrará la manera de poder hablar con el otro. Se trata de ayudar a la gente a vivir su fe. Tengo amigos musulmanes y alguno me ha dicho que gracias a nuestra amistad, soy mejor musulmán, y eso es bueno". 

 

Ni buenismos ni propaganda del miedo 

Espigares, profesora titular de biología en la Universidad de Alcalá y casada con Jesús Romero, portavoz de Sant´Egidio en España, secundando al cardenal Osoro que en rueda de prensa respondió sobre los muros de Ceuta y Melilla (en referencia a la propuesta de Vox) que "el mundo no se arregla con muros, sino construyendo puentes", asegura que la clave está en el "miedo y la desinformación". 

"El problema es que el miedo y el desconocimiento, son los peores consejeros. Lo que hace falta es tener información objetiva. ¿Invasión? ¡por favor!, conozcamos la realidad y luego hablamos. Hay mucha ignorancia. Y también hay interesados en hacer propaganda del miedo, del odio y en contra de la convivencia", asevera Tiscar Espigares.   

La Comunidad de Sant´Egidio ha traído a 3.000 refugiados a diferentes países de Europa y, según la experiencia de Espigares, "la integración es posible, incluso de familias enteras. Esto no es buenismo. No soy ingenua, ciertamente existen problemas. Pero no podemos consentir que el mediterráneo se convierta en un cementerio, no podemos mirar hacia otro lado". 

Interlocutor del Gobierno 

Sant´Egidio en España ha mantenido conversaciones con los dos últimos gobiernos de España para aplicar en nuestro país los corredores humanitarios que funcionan en Italia. "Con inteligencia, creatividad y corazón se puede. Estos tres ingredientes, animados por la fe, produce milagros. Los corredores humanitarios son un milagro de gente que cree en el Evangelio y cree que todo es posible, que lo dice Jesús. Ha existido interlocución con los gobierno del PP y PSOE, pero no ha habido respuesta", señala Espigares. 

Insiste en que Europa necesita mano de obra porque en 15 años, la demografía en los países europeos va a ser insostenible. "Los refugiados huyen de la guerra, de su casa en llamas, y lo que no podemos hacer es consentir que los traficantes de personas hagan de esto un negocio. Hay niños en Líbano que no conoce otra cosa que la guerra. Hagamos un plan con la cabeza y con el corazón". 

La favorita del Papa 

A pesar de que Sant'Egidio es una comunidad cristiana que nació en 1968, apenas finalizar el Concilio Vaticano II, por iniciativa de Andrea Riccardi, ha cobrado si cabe más fuerza y notoriedad en el pontificado de Francisco. Algunos sectores eclesiales consideran que en estos momentos es una de las realidades eclesiales favoritas del Papa Francisco. 

La portavoz de esta comunidad de laicos en Madrid responde a RC: "No hay favoritismos. Amamos siempre al Santo Padre en cada momento de la historia, es el que elige el Espíritu Santo. Pero es verdad que tenemos una gran sintonía con el Papa Francisco, pero también con los anteriores, san Juan Pablo II y el Papa Benedicto. Sin embargo, pienso que Francisco encarna verdaderamente el fruto maduro del Concilio Vaticano II. Está dirigiendo la Iglesia a una presencia de esperanza de este mundo que puede cambiar verdaderamente las cosas". 

En España llevan desde el año 88, veinte años después de que empezará en Roma. Tiscar define estas comunidades como "un corazón que late en el mundo entero". El centro de todo obviamente es la oración y en Madrid, desde la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, nacen todos los servicios". 

Algunas de sus acciones más significativas de esta comunidad es, por ejemplo, el programa "Amigos en la calle", en la que se reparte alrededor de 2.000 cenas a la semana. Ayudan también a los niños de los barrios de la periferia a través de la escuela de la paz en la que se aprende a ser pacíficos, a no ser indiferentes y ayudar a otros. Y también tienen un servicio muy grande de ayuda a personas extranjeras. Por último, acompañan a personas ancianas que están en residencias o casas, para paliar el problema de la soledad. 

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