Borja será ordenado sacerdote jesuita: “Solo el sacerdote puede hacer presente el Pan de Vida y perdonar los pecados”

Ocho jesuitas de la provincia de España se ordenan sacerdotes este verano tras diez años de formación en la Compañía

Francisco Borja Miró SJ.
Francisco Borja Miró SJ.

Ocho jesuitas de la provincia de España se ordenan sacerdotes este verano. Siete de ellos el próximo próximo 11 de junio (12:30h.) en la iglesia del Sagrado Corazón de Bilbao, por imposición de manos del obispo, D. Joseba Segura Etxezarraga. Y tres meses después, el 17 de septiembre, se ordenará otro jesuita en la iglesia de Santa María de Verdú (Lleida), lugar de nacimiento de San Pere Claver SJ, en una ceremonia presidida por el arzobispo Joan Enric Vives i Sicília.

Llevan en sus espaldas más de diez años de formación en la Compañía de Jesús, con estudios de Filosofía y Teología y también dedicación a la pastoral. Antes de entrar en la Compañía de Jesús algunos habían estudiado otras carreras como Medicina-Psiquiátrica, Ingeniería de Telecomunicaciones, Informática o Magisterio y varios de ellos habían comenzado su vida laboral, informa la Compañía. 

Una tarea que sobrecoge 

Uno de ellos es Francisco Borja Miró SJ. Nació en Bilbao, en 1988, en una familia católica y estudió en el colegio jesuita de la ciudad. Entró en la Compañía en 2012, al terminar la carrera. Hasta ahora en la formación ha pasado por el noviciado en San Sebastián, la Filosofía en Salamanca, el magisterio en Valladolid y el primer ciclo de Teología en Madrid. Actualmente está destinado en Boston (EEUU) cursando la licenciatura en Teología Moral.

Borja relata qué es para él ser sacerdote:  “Es el modo que el Señor ha elegido para mí como servidor de su pueblo. Ni más ni menos. Hay muchas formas de servir a la gente, pero esta es especial, no mejor. Solo el sacerdote puede hacer presente el Pan de Vida. O perdonar los pecados. Es una tarea que sobrecoge, una responsabilidad inmensa. Pero es sobre todo una suerte tremenda que con herramientas tan pobres el Señor sea capaz de obras tan grandes”.

Una llamada a servir 

José Castillo SJ se siente “muy consolado, contento y agradecido. Creo que ser sacerdote no significa sólo el poder presidir sacramentos (aunque es una parte importante), sino que tiene que ver con un modo de vida, con un mínimo de coherencia, sabiendo que me voy a equivocar. Sobre todo, esto es una llamada a servir, no es un derecho. Espero estar siempre cerca de la gente y echar una mano ahí donde se necesite”.

Por su parte, Jaime Espiniella reflexiona sobre el sacerdote del siglo XXI: “Me encantaría que, más que encajar en un modelo de sacerdote determinado, pudiésemos responder con autenticidad a la invitación de Dios e ir haciendo propias las distintas virtudes que son fundamentales en esta vocación y tienen sus raíces en nuestro seguimiento de Jesucristo. Somos diferentes y esa riqueza puede ser muy importante para responder a las necesidades reales de la gente y a los retos que hay por delante en este mundo cambiante. Ojalá poder ayudar a que la gente se siga encontrando con Dios a través de este ministerio”.

Secularización de la acomodada Europa 

Lo mismo que Joan Morera, quien, a tres meses de su ordenación le hace “mucha ilusión ser ordenado precisamente en este giro que nos da el siglo XXI: por la secularización de la ‘vieja y acomodada Europa’ necesitamos comunicar el tesoro del evangelio en nuevos lenguajes adaptados a las nuevas generaciones, ser testigos del amor de Dios en medio de la gente que busca espiritualidad y no encuentra, que lucha por la justicia en el mundo pero se quema por falta de raíces… ¡Estamos llamados a ser pulmón y oasis para tanta gente…! Haciéndolo con cariño, para que el Espíritu de Dios pueda besar cada realidad herida. Me gustaría que desde este carisma que siento por la paz y la noviolencia, por la espiritualidad de la ecología, por la lectura moderna de la Biblia, pueda estar al servicio de los más pobres en el mundo, aunque por limitaciones físicas tenga que hacerlo a otro ritmo, al que Dios quiera.”

Eclesial sin ser clerical 

La visión de Andrés González SJ sobre el sacerdote del siglo XXI es esta: “Aparte de la solidez teológica y espiritual, y de la cercanía pastoral, creo que en el s. XXI un sacerdote necesita mantener dos tensiones. Por una parte, ser una persona eclesial sin ser clerical. Por eclesial entiendo una persona que ame la Iglesia, y ayude a otros a sentirse en casa y amarla, como realidad elegida por Dios para anunciar la Salvación en su Hijo Jesucristo. El vicio del clericalismo consistiría en usar el poder eclesial para imponer una visión limitada o ideologizada sobre Dios.

La segunda tensión consistiría en ser dialogante sin ser relativista. Creo que para anunciar la fe hoy es necesario entender que el mundo es plural y diverso, y que Dios actúa muchas veces de formas que no esperamos (como dice el Concilio Vaticano II). Es importante escuchar y comprender la experiencia de los otros, y descubrir la novedad Dios en nuestro tiempo. Pero eso no significa necesariamente dejarse llevar por las modas o por la corrección política”.

 

Además de estos cinco, se ordenarán sacerdotes jesuitas: 

Alberto Cano SJ nació en Valladolid en 1986 y entró en el noviciado de la Compañía de Jesús en San Sebastián en 2009. Se licenció en Medicina y realizó su formación como psiquiatra en el Hospital Universitario La Paz (Madrid). Colabora en el equipo de atención a la vida religiosa y sacerdotal de la Unidad Clínica de Psicología UNINPSI. Ha estado destinado en San Sebastián (Noviciado), Salamanca (Juniorado*), Valladolid (estudios especiales) y Madrid (Teología). Tiene publicados varios libros sobre pastoral sanitaria.

Carlos Maza SJ nació en Valencia en 1979, aunque su pueblo es Paterna donde fue bautizado y estudió en el colegio La Salle. Cursó Derecho en el CEU San Pablo y tras preparar una oposición comenzó a trabajar mientras hacía la diplomatura en Biblioteconomía y Documentación. Entró en la Compañía en 2013. Tiene el Grado en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y ha estudiado la Teología en la Universidad Pontificia Comillas. Sus destinos han sido: San Sebastián (Noviciado), Roma (Juniorado), Lleida (Magisterio*) y Madrid (Teología). Y ahora reside en Nápoles donde cursa la Licenciatura en Teología Fundamental.

Manuel Santamaría SJ nació en Madrid en 1984. Hizo estudios de ADE, en la universidad de Comillas. Desde la entrada en el noviciado (San Sebastián, 2011), pasó por el Juniorado ( Salamanca) y realizó el Magisterio, en el colegio San Ignacio de Oviedo,  con alguna colaboración en el Hogar San José de Gijón. Ha estudiado la Teología en Madrid.

Ordenaciones sacerdotales de jesuitas.
Ordenaciones sacerdotales de jesuitas.

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