Los primeros beatos del Papa Francisco. El Pontífice aprueba la causa que el Obispado de Ávila inició hace casi sesenta años

Pío XII ordenó frenar el expediente de beatificación de cinco sacerdotes abulenses asesinados en los albores de la Guerra Civil española porque no quería que ningún régimen autoritario se arrogase los martirios de la Iglesia.

El Papa que gobernó el Vaticano entre 1939 y 1958 condicionó el estudio de la causa de los mártires españoles a la implantación de un sistema democrático en el país o, en su defecto, al paso de 50 años, con el fin de que el tiempo distanciara la decisión papal del fin de la contienda y la instauración de la dictadura de Francisco Franco.

Aquella iniciativa, que se remonta a 1938 con la recogida de los primeros datos en torno a las circunstancias en que se produjeron las muertes de 30 sacerdotes -más un seminarista y ocho laicos- en la provincia de Ávila, continuó su andadura con altibajos y fue en marzo cuando el Papa Francisco autorizó definitivamente la beatificación de la «avanzadilla» en uno de sus primeros actos al frente del Vaticano.

Setenta y siete años han pasado desde que perdieran la vida los cinco religiosos y cincuenta desde que el obispo de Ávila (entre 1935 y 1968), Santos Moro Briz, impulsara la causa especialmente afectado por la guerra. Entre los mártires del enfrentamiento fratricida se encontraban dos de sus hermanos: José Máximo y Modesta, fallecidos en El Tiemblo y en Madrid, donde uno y otra ejercían de párroco e hija de la caridad respectivamente.

Fallecido el postulador Andrés Sánchez, que fue el encargado de investigar y documentar la causa desde mediados de los cincuenta, tomó su relevo el joven sacerdote José Antonio Calvo, que colaboró codo con codo con el canónigo en los últimos años de su vida. Calvo recuerda cómo el anterior obispo, Adolfo González Montes, decidió proseguir con el proceso «toda vez que las circunstancias históricas de la sociedad española habían cambiado y habían sido ya retomadas y llevadas a feliz término bastantes causas de los mártires de la Guerra Civil».

A partir de 1997 se retoma el objetivo con fuerza y se nombra un nuevo postulador en Roma, Miguel Huguet, sacerdote «romano» de Ávila que presentó el expediente y atendió las solicitudes de la Congregación de la Causa de los Santos. Comenzó así un largo proceso, en el que el caso de los ya considerados «siervos de Dios», en conformidad con la Constitución apostólica «Divinus Perfectionis Magister» de Juan Pablo II, fue estudiado por la Comisión de Teólogos logrando el visto bueno. La Congregación de Cardenales emitió su voto favorable hace un año y, desde entonces, se esperaba que Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, presentara el expediente al Papa para su firma. La dimisión de Benedicto XVI retrasó la autorización, que Francisco I aprobó en su primera audiencia con Amato.

El decreto de martirio rubricado por el Pontífice permite la beatificación de los cinco sacerdotes por el obispo de Ávila, pero, en este caso, Jesús García Burillo ha optado por ceder sus derechos al prefecto Amato, quien oficiará una gran ceremonia con todas las causas españolas en un fin de semana «festivo». El solemnísimo acto tendrá lugar el 13 de octubre en Tarragona, lugar que concentra la mayor parte de los martirios registrados y que conserva la tradición de los primeros mártires hispanos. En Ávila, se ha previsto oficiar una memoria litúrgica de los mártires el 6 de noviembre, fecha elegida para las causas de mártires españoles. De esta forma, se confirmará el día para la celebración de su memoria y el culto limitado (de forma ordinaria a la diócesis) que corresponde a la beatificación. Además, se barajan posibles viajes a Tarragona para asistir a la ceremonia.

 

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato