Grave conflicto en la Universidad Pontificia de Salamanca en vísperas de la designación de su Rector
Hay dos focos de interés informativo que están causando seria preocupación
Justo antes de la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, que se celebrará los días 25 y 26 de junio, las aguas en la Universidad Pontifica de Salamanca bajan revueltas. En los últimos días la prensa salmantina ya ha comenzado a hacerse eco de estas informaciones, cuya relación no parece que responda a una campaña orquestada.
Por un lado, tal y como se puede leer en el periódico La Gaceta de Salamanca el pasado viernes 21 de junio, y Religión Confidencial ha confirmado de fuentes internas, el Rector de la Universidad Pontifica, Ángel Galindo, se niega a ratificar el nombramiento del electo decano de la Facultad de Comunicación, Ángel Losada, una vez que el Consejo de Facultad eligiera a este catedrático en calidad de nuevo Decano, sustituyendo así en el cargo a Fernando Martínez Vallvey.
Se da la circunstancia de que el electo Ángel Losada fue la mano derecha del Rector, Ángel Galindo, en los primeros meses de su mandato como máximo dignatario de la Pontificia. Posteriormente, el nuevo decano de Comunicación -una vez le confirmó el Rector- presentó su dimisión irrevocable, sin que estuvieran claros los motivos de la supuesta pérdida de confianza.
En cualquier caso, la confirmación del nombramiento del nuevo decano debe producirse una vez que el Rector lo ratifique en la Junta Permanente de la Universidad, paso que no se ha producido hasta el presente. Algo que está siendo considerado como inusual.
A su vez, estos hechos se están produciendo, tal y como está publicando también la prensa salmantina, en vísperas de que el obispo de Salamanca y gran Canciller de la Universidad Pontificia, Carlos López, presente a la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, que se celebra estos días en Madrid, la terna de rectorables de la Universidad, en la que se encuentra Ángel Galindo, el cual aspira, como es práctica común, a la reelección de un nuevo mandato.
Una vez que la Conferencia Episcopal elija el nombre deberá ser remitido a Roma para el placet de la Congregación para la Educación Católica. Fuentes de la Universidad Pontificia señalan que, en esta ocasión, el obispo de Salamanca no ha seguido la práctica usual de consultar a todos los catedráticos de la Universidad, además de a los cargos académicos.