La Diócesis de Cuenca lleva a Roma el proceso para beatificar a 88 mártires de la Guerra Civil. “Entrevistas con algunos de los asesinos” entre las pruebas que se aportarán

Para ello, la Diócesis ha recopilado la información sobre estas personas durante la última década. El objetivo de la conversión en mártir es que estas personas sean puestas "como ejemplo de vida por dar la vida por Cristo", explica Antonio María Domenech, párroco de Alcázar del Rey y representante de la iglesia conquense en este viaje a Roma.

Para documentarse se han consultado archivos y se han realizado entrevistas, algunas de ellas "con algunos de los que fueron asesinos, que explicaron los motivos por los que los mataron". Y es que en este proceso se estudia mucho que quede demostrado que el motivo por el que fueron asesinados fue "el odio a Cristo y la Fe, ya que en la guerra hubo también muertos en el campo de batalla, por venganza...".

En estos momentos tienen esa condiciones de mártires el que fuera obispo de Cuenca Cruz Laplana y su secretario Fernando Español, que fueron incluidos en el grupo de 498 'Mártires Españoles del siglo XX'. Ahora han sido propuestos en una lista que incluye también sacerdotes y personas religiosas de Albacete, Ávila, Ciudad Real, Sigüenza y Toledo.

Los próximos pasos a seguir son el estudio histórico de los documentos: procesos militares, archivos históricos de las parroquias, partidas de bautismo... Todo eso se unirá a la parte testimonial para llevar el trabajo al Vaticano, donde comenzará la 'fase romana'. Allí una comisión histórica y una comisión teológica comprobará que estas personas murieron "por Cristo violentamente" y por tanto corroborará el martirio. Todo este proceso puede llevar unos cinco años.

Todas las biografías de estos conquenses muertos en el conflicto civil pueden consultarse en esta página web.