Cáritas Diocesana de Huelva lamenta el incendio registrado en un asentamiento de temporeros en Palos de la Frontera
El pasado 2 de junio el fuego arrasó parte del campamento chabolista del polígono de San Jorge
El incidente ocurrido en los asentamientos chabolistas ha vuelto a poner sobre la mesa la realidad de este colectivo. Estos asentamientos chabolistas, expuestos esporádicamente a incendios como el ocurrido y permanentemente a las inclemencias del tiempo, a la falta de saneamientos y suministros básicos, está presentes en la provincia en cada temporada de recogida de fresa.
Este suceso saca a la luz el drama de las personas que viven en este punto de la provincia onubense. Sin embargo, este incendio se trata de un hecho grave pero puntual tras el que se esconde la realidad de más de 2.000 temporeros que han acudido a la provincia de Huelva en busca de un ansiado trabajo en la campaña fresera.
Nada más conocer los hechos, personal de Cáritas Diocesana de Huelva se desplazó al lugar de los hechos, junto con otras entidades sociales, para atender de forma urgente a las personas afectadas.
El incendio afectó a siete personas, una de las cuales tuvo que ser atendida por los médicos del centro de salud de Palos de la Frontera, y el resto se tuvo que desplazar a otras chabolas desocupadas por otros temporeros.
Desde hace una década
Además, Cáritas Huelva les ofreció la ayuda de emergencia que pudieran necesitar, ayuda que también fue ofrecida por las distintas entidades sociales que trabajan en este asentamiento de Palos de la Frontera.
Este hecho, según esta Cáritas andaluza, pone de manifiesto las precarias condiciones en las que viven muchas personas en el campo onubense que acuden a la campaña agrícola. Se trata de un fenómeno que viene registrándose desde hace más de una década, ante el cual no se terminan de poner soluciones.
Así, la campaña de este año para el Día de Caridad, que se celebró el pasado domingo, se centra en hechos como este. El lema de la misma --“¿Qué haces con tu hermano?”-- en un alegato para no mirar a otro lado cuando ante situaciones de precariedad como la que viven miles de personas en los asentamientos de la provincia de Huelva.
