Una de las mejores obras de Martínez Camino

He aquí una de las mejores obras de monseñor Martínez Camino hasta el presente. Quizá la más adecuada para conocer parte de su pensamiento. No solo por el hecho de que este libro, que es las actas del Curso de La Granda de 2019, esté bien pensado en la temática y bien diseñado en el elenco de cuidadosos ponentes. La clave es la idea que da sentido al volumen y, después, en particular, su contribución titulada “El combate de la conciencia en san Ignacio de Loyola y el Papa Francisco”.

Vayamos a la idea general. A propósito de la publicación de la exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco, en abril de 2018, el curso que dirige don Juan Antonio se dedicó a, por un aparte, analizar el texto pontifico y, por otra, presentar el esquema de una historia de la Iglesia desde el punto de vista de la santidad, una historia de la Iglesia hagiocéntrica. Como dice el papa Francisco, “los santos son el rostro más bello de la Iglesia” y “a través de ellos se construye la verdadera historia”.

Misión propia de la Iglesia 

La tesis sería la siguiente: la historia de la Iglesia se escribe normalmente según la secuencia de los concilios, los papas y los obispos. Esto está muy bien porque la Iglesia es apostólica. Pero antes que apostólica es santa, el servicio de los pastores han de prestar es ayudar a la santificación de la Humanidad.

Como apuntala monseñor Martínez Camino, una historia de la Iglesia desde esta perspectiva aborda menos las relaciones Iglesia-mundo y más la misión propia de la Iglesia. Será menos política y más teológica. Eso no significa despreocupación por el mundo sino una visión de esos problemas en las relaciones con el mundo desde la mirada de los santos. Y, por último, una historia de esta naturaleza nos ayudará a comprender mejor qué es la Iglesia, quiénes son la Iglesia, cuál es su misión. 

Como escribiría Joseph Ratzinger, y se cita aquí, “no son las mayorías casuales que se pueden juntar aquí o allá en la Iglesia las que deciden el camino de ésta y el nuestro: son ellos, los santos, los que constituyen la mayoría verdadera, la decisiva, por la que nos regimos”.

Grandes autores 

Y aquí hay que encuadrar las contribuciones de Miguel Brugarolas Brufau, época apostólica y de los mártires; Santiago Cantera Montenegro, san Agustín y San Benito; monseñor Jesús Sanz Montes, Domingo, Francisco, Buenaventura y Tomás de Aquino; Manuel Ruiz Jurado, Ignacio de Loyola y Teresa de Jesús, y sobre Teresa de Lisieux, Teresa Benedicta de la Cruz y Teresa de Calcuta, Miriam Ramos Gómez.

De cada una de estas intervenciones se podría decir mucho, sin duda. Un muestra. Plantea el P. Santiago Cantera quiénes han contribuido más al progreso de la historia, el santo, el pensador o el político.

El otro núcleo, que es previo al anterior, de este libro son los comentarios a la Gaudete y un apartado sobre los santos en la teología y en la misión de la Iglesia a cargo del editor del libro, de Juan Miguel Díaz Rodelas, que en paz descanse, Lydia Jiménez, Jaime López Peñalva y Gianluigi Pasquale.

Es cierto, tal y como afirma el editor, que “las reacciones y comentarios sobre esta exhortación son, al menos por ahora, más bien escasos. Sin embargo, la lógica de la enseñanza pontificia en este escrito es bastante clara y no tendría que ofrecer dificultades especiales”.

Combate de la conciencia 

De ahí que la aportación de monseñor Martínez Camino sobre el combate de a la conciencia, sobre el combate en la vida espiritual sea un texto que habría que meditar detenidamente en lo que tiene de radiografía del combate con el maligno, -hiperactivo últimamente-, según la tradición ignaciana y el pensamiento del Papa Francisco.

Un antídoto contra espiritualidades irenistas, basadas en antropocentrismos inmanentistas, y psicologismo de tres al cuarto, que después traen determinadas consecuencias.

Mártires y santos, en el centro de la historia

Juan Antonio Martínez Camino (ed.)

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