La importancia de hablar de Dios hoy

El arzobispo italiano Bruno Forte, reputado teólogo, escribe con el corazón y con la razón a quien está en búsqueda de Dios

Mons. Bruno Forte.
Mons. Bruno Forte.

El subtítulo de este libro, modo epistolar, es: “Una propuesta para quien anda en su busca”. Y así es.

Dividido en dos partes, ocho cartas y ocho preguntas, que bien pudieran haber sido ocho preguntas y ocho cartas, monseñor Bruno Forte, reputado teólogo y arzobispo italiano, escribe con el corazón y con la razón a quien está en búsqueda de Dios.

Las cartas vienen a ser la síntesis de su pensamiento teológico y de su experiencia pastoral en diálogo con un interlocutor que, presumimos, aunque no se cite, no siempre es imaginario. Un interlocutor, hombre y mujer de nuestro tiempo, que se hace preguntas y que busca respuestas, en un mundo en el que hay más preguntas que respuestas.

Una apuesta por el diálogo 

Monseñor Bruno Forte apuesta a fondo por el diálogo. Y lo hace poniéndose en el lugar de su interlocutor y desentrañando las necesidades que percibe. Esas necesidades hablan de lo esencial, de Dios, de la belleza de Dios, mejor dicho.

Si los textos referidos a las preguntas tienen un tono más dirigido a los jóvenes, las cartas iniciales, que concluyen con una oración, tienen un destinatario universal.

Como se pretende también aquí romper esa especie de silencio sobre lo esencial de la fe, los temas que afronta, desde una perspectiva bíblica, son los que configuran la identidad del cristianismo: la fe, Dios, Dios amor, la vida que vence a la muerte, el encuentro con Jesucristo, la vida en Dios, la Iglesia, la pregunta por la moral, el amor de pareja… cuestiones que tarde o temprano aparecen en la formación de la conciencia o en el itinerario de la formación de la fe. 

Necesidad de Dios 

Es importante la capacidad que tiene monseñor Bruno Forte por utilizar a los pensadores contemporáneos como autores de referencia de las ideas que están influyendo en nuestro tiempo. Cita, con igual adecuación, a Padres de la Iglesia, en particular a san Agustín, y a teólogos contemporáneos, como perspectiva de adecuada respuesta.

La cuestión principal es, al fin y al cabo, la necesidad de Dios. Del Dios que es amor, del encuentro con Jesucristo, de la fe como don, de “la humildad como la virtud escondida en lo más hondo de la divinidad”(Taulero).

Hay un horizonte que acompaña cada uno de los textos, en forma de breves misivas, el de la verdad y su relación con la libertad. Jesús como testigo de la verdad y testimonio de una libertad que no existe para sí mismo, sino que existe para los demás. 

 

Esto significa que, con realismo, nuestro autor obvie los problemas clásicas de la teodicea, el problema del mal, la muerte, la injusticia. Delinea por tanto la vida del cristiano, una vida que tiene a su disposición el perdón, la oración, la respuesta a la propia vocación y el amor.

Un libro tranquilizador 

Leyendo este libro me acordé de una idea que leí hace ya tiempo al médico y teólogo alemán Manfred Lütz: “En la actualidad –escribe - la teología se ha convertido en una laboriosa disciplina. La opinión pública prefiere a los personajes extravagantes que gritan: “Escándalo”, y no se cansan de leer la cartilla a la propia Iglesia. Los cientos de teólogos honestos que realizan su trabajo con diligencia y a un alto nivel para hacer, con la luz de la razón, comprensible la fe a los hombres de hoy y transmitir el precioso depósito de la fe, apenas gozan de consideración” .

Tengamos por tanto la consideración adecuada a este sencillo, útil y tranquilizador libro de monseñor Bruno Forte.

Querría hablarte de Dios

Bruno Forte

Palabra

Querría hablarte de Dios.
Querría hablarte de Dios.

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