De lo humano desnaturalizado a la naturaleza deshumanizada

Francois-Xavier Putallaz y Fabrice Hadjadj reflexionan sobre la naturaleza, la identidad, la bioética y la ecología integral

Fabrice Hadjadji.
Fabrice Hadjadji.
  1. Reflexión sobre la bioética 
  2. Ecología integral 
  3. Esencia de cada ser 
  4. La naturaleza humana 
Francois-Xavier Putallaz.
Francois-Xavier Putallaz.

Si hay una reflexión prioritaria en este momento de la historia es la referida a la naturaleza, a la naturaleza humana o de lo humano también.

Estamos en un momento en el que hay que definir hasta las realidades más elementales, incluso hay que definir lo que es evidente, por el hecho de que no parezca que lo sea.

Por eso se agradecen particularmente los libros que de forma correcta aborden la cuestión de la naturaleza desde el punto filosófico. Y no sólo filosófico.

Reflexión sobre la bioética 

Es el caso de este volumen que nos ofrece dos trabajos distintos, pero no distantes. El primero del profesor Francois Xavier Putallaz, docente de filosofía en la Universidad de Friburgo(Suiza). Un investigador que ha dedicado no poco tiempo a la reflexión sobre la Bioética.

El otro autor es de sobra conocido, Fabrice Hadjadj, que dirige ahora el Instituto Philanthropos, en Friburgo.

Mientras la aportación del primero es una muy adecuada síntesis del problema filosófico sobre la naturaleza, el segundo texto es una especie de guinda a la tarta. Un breve ensayo con la frescura, la apertura de horizontes, la agilidad mental y relacional de Hadjadj, con perspectiva que no obvia la teológica.

Ecología integral 

El libro apuesta por una ecología integral, una comprensión del concepto, y de la realidad, de la naturaleza de raíz aristotélica, y por tanto, en este sentido, tomista, en diálogo con Descartes, Kant, Sartre y algún que otro filósofo.

Dice Hadjadj sobre lo escrito por Putallaz: “Me parece que es lo más profundo que nos hace pensar el texto de F.-X. Putallaz, en la escuela de Aristóteles y de santo Tomás de Aquino: una tercera vía entre el antropocentrismo desviado y el biocentrismo, pero que exige preguntarse sobre “la naturaleza de la naturaleza”, su diversidad y la jerarquía de sus finalidades”. 

El libro está lleno de sugerencias tanto en el nivel de la reflexión teórica como de las aplicaciones prácticas al análisis de lo que no está ocurriendo. Incluso para la comprensión de determinadas ideologías y propuestas legislativas.

 

Esencia de cada ser 

A partir de la comprensión de la naturaleza como “la esencia de cada ser, en tanto que es principio de sus operaciones y de su cumplimiento; implica finalidad e inteligibilidad. Es en este sentido como se haba de una “naturaleza humana”, que no subsiste más que en la realidad concreta de las personas existentes” saca las consecuencias.

 Es decir, la clave es entender la naturaleza como el principio de actividad interno de cada realidad, que le orienta hacia su finalidad propia. Un principio interno de cambio causa de las transformaciones sucesivas. La naturaleza señala la finalidad interna de las cosas.

De entre centón de temas que se abordan en relación con lo que es, y cómo es entendida la naturaleza, está la cuestión sugerente de la relación entre naturaleza y libertad. Como diría Jules Lachelier, “la oposición de la libertad y la naturaleza, comprendida por primera vez por Kant, es para mí la oposición fundamental de la filosofía”.

La naturaleza humana 

Es inevitable que esta reflexión sobre la naturaleza aborde la cuestión de la naturaleza humana, de su relación con la naturaleza en general, con el resto de los seres vivos, animados, inanimados, con la tierra, con el mundo, con el cosmos.

También se ocupa de la relación entre naturaleza y tecnología en el contexto de un humano desnaturalizado o una naturaleza deshumanizada.

Y, cómo no, que ofrezca sugerentes reflexiones sobre la naturaleza sexual y diferenciada del ser humano, de las personas. Por ejemplo, como diría Pierre Manent, “mientras que el sexo se desnaturaliza en “género”, la homosexualidad es naturalizada como “orientación sexual”; no se nace mujer, sino que se nace homosexual, o en todo caso alguien que se descubre homosexual. Así, entre nosotros, la desnaturalización de la identidad sexual y la naturalización de la orientación sexual han llegado juntas”.            

Cuanto más se naturaliza la orientación sexual, más se le quita fuerza o autoridad a la identidad sexual.

¿Qué es la naturaleza?

Francois-Xavier Putallaz y Fabrice Hadjadj

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