Un antídoto para la decadencia del pensamiento

‘Pensativos. Los placeres ocultos de la vida intelectual’ de Zena Hitz, doctora en Princeton, invita a la búsqueda de la verdad y del sentido de lo humano

Zena Hitz.

Nada más ver el título de este libro, me acordé del clásico “La vida intelectual” del dominico A. G. Sertillanges. Un estudio que sigue la senda de Aristóteles y Tomas de Aquino en el que se hablaba de la vocación intelectual. Por cierto, libro evidentemente citado en esta novedad editorial que ha concitado el aplauso de la crítica internacional.

Proyecto Catherine

Zena Hitz es doctora en Princeton, profesora de varias prestigiosas universidades norteamericanas y responsable del Proyecto Catherine, una especie de programa de tutorías en humanidades al estilo de los grandes libros de Oxford. Merece la pena visitar su página web, www.zenahitz.net.

La actividad intelectual es un bien natural, disponible para todas las personas. La vida intelectual no es patrimonio de unas élites, ni consecuencia de altos niveles económicos de vida. La vida intelectual, la cultura poseía, sentida, vivida, amada, es fruto de la pasión por el mundo y, sobre todo, de la incansable búsqueda de sentido. No hay que olvidar que para el filósofo Joseph Pieper la vida de ocio es lo contrario a la vida de nec-ocio, de negocio. 

Degustar la vida intelectual 

Lo que se pretende en este libro es una invitación a romper determinadas dinámicas de la sociedad, las dinámicas de la búsqueda de beneficio a toda costa, de la vida pragmática de las ansias de tener, para ayudar al lector a degustar lo que significa la vida intelectual, que es la vida ociosa por excelencia, que es la vida de la contemplación.

Hitz ofrece ejemplos, imágenes, historias y argumentos que demuestran la necesidad de los bienes intelectuales, el ocio, la contemplación, el aprendizaje, más allá de las enseñanzas destinadas a la utilidad y a la preparación profesional.

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Para construir la argumentación, nuestra autora se sirve de un notable conocimiento de la cultura clásica. Y no sólo de la clásica, también de la moderna.

Lo que permite que pueda exprimir el elixir de las vidas y el pensamiento de Malcolm X, Dorothy Day, Einstein, Primo Levi, Gramsci, Goethe, Yves Simon, André y Simone Weil, como de películas y novelas como Martin Eden, El erizo, Orgullo y prejuicio o La Ilíada.

Búsqueda del sentido de lo humano

Después de unos primeros capítulos en los que a modo de confesión relata su trayectoria en el sistema universitario norteamericano, hace una invitación a la vida en el espíritu, que es siempre una actividad que está relacionada con el ver, comprender y saborear el mundo. Al fin y al cabo, de lo que trata este libro es de una búsqueda del sentido de lo humano y del encuentro con las realidades que trascienden lo humano.

El amor por el saber se persigue de diversas forma y grados y adquiere diversa expresiones. El amor por el saber requiere de un aprendizaje que no es patrimonio de los académicos, de la Universidad.

La vida intelectual es una forma de cultivar la vida interior de una persona, un lugar de retiro y reflexión. Está muy lejos de determinadas dinámicas hoy predominantes en lo que se entiende por el mundo, la competitividad, la lucha por la riqueza y el poder, el prestigio y el estatus.

Invitación a buscar la verdad

La vida intelectual es una fuente de dignidad y abre un espacio a la comunión, a la solidaridad profunda entre los humanos. Y la vida intelectual es una plataforma crítica ante los mecanismo de subordinación y de alienación.

Al fin y al cabo, esta invitación a la vida intelectual es una invitación a buscar la verdad. Una verdad que suele entrar en conflicto con nuestros deseos de aceptación de vida fácil.

Como dice nuestra autora: “Quizá debiéramos pensar que la vida intelectual no tiene tanto un objeto e interés sino una dirección: hacia lo general pasando por lo específico, lo universal más allá de lo particular, la realidad detrás de los espejismos, la belleza que se esconde bajo la fealdad, la paz tras la violencia...”.

Pensativos. Los placeres ocultos de la vida intelectual

Zena Hitz

Encuentro

Pensativos.