Una delegación anglicana aprende en Roma las estrategias de comunicación de la Iglesia católica
Varios pastores de la Iglesia anglicana viajaron a Roma en septiembre para estudiar y analizar de cerca los recursos de comunicación de la Iglesia católica. La idea del proyecto corrió a cargo del reverendo John Carter, encargado de prensa y comunicación de la diócesis de Ripon y Leeds.
El grupo estaba formado por cuarenta personas -hombres y mujeres-, entre ellos el Obispo anglicano de Croydon, al sur de Londres, y personas de todas las demarcaciones anglicanas (Chester, Lambeth, Ely, Manchester, York, Chelmsford, Hereford, Southwick, Worcester, etc.) en Gran Bretaña y alguno de Estados Unidos.
Las sesiones de trabajo tuvieron lugar el pasado 14 de septiembre en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, donde participaron en varias conferencias de profesores de la Facultad de Comunicación Social Institucional. Al final hubo preguntas y un intercambio de ideas sobre los recursos empleados por los responsables de comunicación, con la idea de poder aplicarlos en las respectivas diócesis anglicanas.
Además de visitar la Facultad de Comunicación, los responsables de comunicación de las diferentes diócesis anglicanas estaban interesados en conocer la actividad de comunicación desarrollada por la prelatura del Opus Dei, en concreto el famoso caso del Código da Vinci. También estuvieron en la sede del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, la Oficia de Prensa de la Santa Sede y Radio Vaticano.
El profesor Juan Manuel Mora, vicerrector de Comunicación de la Universidad de Navarra, acaba de publicar un libro sobre la estrategia comunicativa del Opus Dei con motivo de la publicación del libro y la aparición de la película sobre el Código da Vinci.
La estrategia consistió en lanzar mensajes positivos, rechazar el boicoteo y la batalla legal y actuar con toda la transparencia posible, inspirándose en la máxima americana, "si te dan un limón, haz limonada", (es decir, aprovechar la ocasión negativa para sacarle un jugo positivo).
Por Alfonso Bailly-Bailliére
