El Papa envía en misión a 230 familias del Camino Neocatecumenal
Benedicto XVI envió ayer en misión a 46 naciones de todo el mundo a 230 nuevas familias del Camino Neocatecumenal, que se unirán a las otras 600 ya enviadas en años anteriores por el pontífice actual y por su predecesor, el Venerable Juan Pablo II.
Por otro lado, el Papa inauguró las 13 nuevas “missio ad gentes” en Europa (Alemania, Austria, Macedonia, Francia, Ucrania, Suecia, Hungría) y Sudamérica (Venezuela), que se unirán también a las otras enviadas en ocasiones anteriores.
Cada una de estas “missio ad gentes” está constituida por un presbítero, acompañado por dos o tres familias numerosas que, a petición de un obispo, reciben el mandato de evangelizar zonas descristianizadas o paganas, con la misión de hacer presente una comunidad cristiana.
Siguiendo el “primer modelo apostólico”, quienes forman parte de estas misiones se reúnen en las casas para preparar a los no bautizados. Después de cuatro años de experiencia, se pueden admirar los frutos de conversión de muchos paganos que se acercan por primera vez a una iglesia.
En la audiencia de ayer, que fue una verdadera fiesta familiar, estaban presentes además de los iniciadores del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello y Carmen Hernández, y al sacerdote Mario Pezzi. Antes de la llegada del Papa al Aula Pablo VI, el cardenal Stanislw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, anunció a los equipos itinerantes responsables del Camino en más de 120 naciones, así como a los 78 rectores de los seminarios Redemptoris Mater, y a los numerosos sacerdotes, seminaristas y familias presentes que se había aprobado el Directorio Catequético del Camino Neocatecumenal.
Después de un minucioso estudio doctrinal, las catequesis del Camino utilizadas por los equipos de catequistas se han aprobado y recogido en el “Directorio Catequético del Camino Neocatecumenal” después del visto bueno de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Este instrumento para la evangelización por medio de la catequesis, garantiza la labor del Camino Neocatecumenal, y ofrece garantías doctrinales a todos los Pastores de la Iglesia.
Por Alfonso Bailly-Bailliére
