Muere un párroco por salvar una estatua de la Virgen
El mundo sigue la intriga del cuervo en el interior del Vaticano. Aun no hay cambios sustanciales, mientras que el en resto de la Iglesia católica se siguen sucediendo historias de valentía, de sacerdotes que hacen su trabajo todos los días también en un terremoto.
Italia tiembla por segunda vez en nueve días. En el último terremoto se cuentan ya 15 víctimas, entre ellas el párroco de un pequeño pueblo de Módena que entró en la iglesia para salvar una estatua de la Virgen a la que el pueblo le tiene mucha devoción.
En estos momentos convulsos en la Iglesia también hay historias de valentía. Como la de Don Ivan Martini, el párroco de un pequeño pueblo del norte de Italia. Don Ivan murió dentro de la parroquia tras el terremoto que por segunda vez en nueve días ha sacudido la región de Emilia Romagna, en el norte de Italia. Lo cuenta el Corriere della Sera.
Tras el temblor, don Ivan, de 65 años, entró en su parroquia de Santa Caterina, la iglesia que le había sido confiada. Le acompañaban dos bomberos. Quería verificar los daños que había sufrido su iglesia, su parroquia, el templo que le había sido encargado. Y rescatar, al menos, una imagen de la Virgen a la que el pueblo le tenía gran devoción.
Don Ivan entró dentro de la iglesia, "amaba su parroquia y lo que había dentro" dice el Corriere de la Sera. Quiso rescatar esa imagen de la Virgen para su pueblo, para su gente, para que pudieran pedirle a ella que les ayudara después de esta catástrofe. Pero
Fue cuestión de un instante. Cuando estaban dentro del templo, se verificó un segundo temblor. Los bomberos se refugiaron, pero él invirtió los segundos preciosos no en ponerse a salvo sino en tomar la estatua, por su pueblo, por su gente, por sus fieles. Fue entonces cuando unos escombros del techo se derrumbaron y le cayeron encima. Ahora el pequeño pueblecito de Módena llora también su desaparición y cuentan el ejemplo de quien quiso confortar a sus parroquianos, aun a costa de su vida.