Jóvenes neocatecumenales para la Nueva Evangelización

Una verdadera marea de jóvenes inundó Nápoles el pasado fin de semana. Eran 40.000 jóvenes pertenecientes al Camino Neocatecumenal que se desplazaron desde Italia, Francia, Albania, Yugoslavia, Suiza, Bélgica, Alemania y Luxemburgo para reunirse, para encontrarse y para rezar junto a Kiko Argüello, su iniciador.

La plaza del Plebiscito, en el centro de la ciudad, se vio invadida por estos jóvenes que fueron a Nápoles a discernir su vocación. Y sin duda, muchos de ellos lo lograron. 200 decidieron hacerse sacerdotes y unas 120 chicas, según Zenit, para la nueva evangelización en China. 100 de los asistentes se comprometieron a rezar el rosario todos los días por la missio ad gentes que el Camino lleva a cabo en países secularizados de Europa.

Los cantos, las misas y los himnos del Camino Neocatecumenal están marcados por una espiritualidad muy concreta. Puede gustar más o menos a quienes están acostumbrados a otra cosa, pero sin duda, hay que reconocer que los neocatecumenales tienen frutos. Son generosos. Kiko llamó a sus jóvenes a "hacerse obreros de la nueva evangelización", a trabajar por la Iglesia y por el Papa. Y ellos respondieron.

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