Aportaciones durante las Jornadas de la Comisión Episcopal de Enseñanza

Las seis características de la recuperación y éxito de la educación católica en Estados Unidos

El filósofo Gregorio Luri reflexiona sobre los retos de los colegios cristianos en España y da pistas sobre lo que ocurre en otros países

Gregorio Luri.
Gregorio Luri.

La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis ha reunido a vicarios y delegados de enseñanza (sacerdotes y lacios)  en encuentro para reflexionar sobre los retos actuales para la educación religiosa. Uno de los poentes fue el filósofo Gregorio Luri, quien habló de “La Educación y la dimensión religiosa”.

En declaraciones a Religión Confidencial, el filósofo, que cuenta con una larga experiencia en analizar la situación actual de la educación en España,  afirma que en esta época de cierta confusión y relativismo  “la escuela católica debe definir claramente que quiere, qué es y a dónde quiere llegar. Porque creo que la educación católica ha perdido seguridad en sí misma”.

En su  opinión,  los idearios de muchos centros católicos españoles utilizan definiciones un tanto ambiguas,  como, por ejemplo, colegios de de inspiración cristiana o basados en el humanismo cristiano y no se definen claramente como católicos, fundamentalmente porque los padres, las familias, están demandando perfiles claros de enseñanza.

La pregunta que debe hacerse la educación católica es si realmente tener convicciones ayuda y es un valor en la sociedad. Por esta razón, hay que estar muy convencido de lo que se cree”, apunta este filósofo a este Confidencial.

No hay que tener miedo a ser católico

Desde su experiencia, insiste en que los colegios católicos deben definir bien sus valores para lograr el éxito de sus alumnos y conseguir que éstos representen e interioricen esos valores: “No hay que tener miedo a ser católico”, manifiesta.

“¿Por qué en Inglaterra las dos mejores escuelas son dos femeninas musulmanas? Porque aportan un IVA, es decir, una Intervención de Valor Añadido: éxito educativo, creencias en su religión que conlleva a un comportamiento y a unas actitudes y que van asociadas a un conocimiento, y, por supuesto, ayudar a alumnos más complicados”, explica Luri.

El valor añadido de las escuelas católicas de USA

Durante las jornadas y para Religión Confidencial, expuso las características que están poniendo en valor el éxito y la recuperación de la escuela católica en Estados Unidos. “El cardenal de Nueva York, John O`Connor, que falleció en 2000, propuso que las escuelas católica acogieran a los alumnos más conflictivos y con peores resultados de las escuelas públicas. Les garantizaba el éxito académico y humano. Esto es lo que debe hacer una centro católico”, subraya Luri.

En segundo lugar, estos centros americanos se sienten muy orgullosos de su catolicidad “porque el católico no tiene nada que ocultar y todo que ofrecer”, señala.  

La tercera característica es que en Estados Unidos se tiene la convicción de que el Estado no debe asumir el funcionamiento de ningún organismo, asociación o empresa si lo puede gestionar una comunidad pequeña, porque la tasa de éxito es mucho mayor.  

El cuarto punto es lo que se denomina un “miedo saludable”. Consiste en que ninguna escuela católica puede asegurar el mismo número de matrículas al año siguiente. Por lo tanto, los responsables de los centros católicos norteamericanos tiene una consigna: “Tenemos que merecer cada año que haya matrículas”.

 

En quinto lugar un retorno a los conocimientos básicos. “En un mundo tan cambiante  no hay que centrarse únicamente en aportar nuevos conocimientos conforme a los avances tecnológicos y científicos, sino también, las materias básicas: matemáticas, comprensión lectora, oratoria, lectura, filosofía, etc.”.

Por último, Gregorio Luri afirma que el éxito también radica en rechazar la cultura de la excusa para justificar los fracasos.  

No quiere decir que estos puntos se tengan que aplicar en la escuela católica en España. “Nuestros centros católicos deben buscar su propio camino y afianzar sus propias convicciones. Durante la jornada me preguntaron algunos argumentos para defender la escuela católica y yo les respondí con una reflexión del filósofo ateo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche: “Hemos sustituido la oración en las escuelas por la lectura de los periódicos. ¿Es esto una ganancia?”.

La amenaza de los conciertos

Gegorio Luri insistió en que los colegios católicos deben sentirse muy orgullosos de serlo, definirlo claramente en su ideario sin ambigüedad, y “vivir la espontaneidad de la creencia sin enmascararla. Esto es lo que educa”.

Respecto a los conciertos de la escuela católica, en su opinión, los centros también tienen que demostrar éxito y calidad, además de defender la libertad de los padres amparada en la Constitución. “Una Consejera de educación me comparaba dos colegios: uno laico y otro católico. Los resultados académicos y humanos del primero eran superiores al segundo. Por lo tanto, ese centro católico se estaba jugando su concierto no por su ideario, sino por sus resultados. El valor añadido de los centros católicos se tiene que manifestar en el éxito y comportamiento de profesores y alumnos”, subraya.

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