Desde que se prohibiera la procesión del Corpus Christi en Ámsterdam en 1578, y volviera a permitirse en 2003, el pasado domingo, el Santísimo recorrió de nuevo las calles de la capital holandesa.
Como todos los años, esta procesión tiene un marcado carácter ecuménico, pues el obispo católico de la diócesis, Mons. Hendriks y el líder de la comunidad ortodoxa siria, Mons. Polycarpus, junto con cientos de fieles católicos, son los impulsores de esta procesión que recorre las calles de la secularizada Ámsterdam.
Iglesia ecuménica
La procesión comenzó en la Iglesia de Nuestra Señora, una parroquia ecuménica que sufrió mucho en décadas pasadas, ya que se quedaron apenas sin sacerdotes y que fue vendida a la comunidad ortodoxa por un euro, informan a RC fuentes católicas de Ámsterdam.
Con los años, católicos y ortodoxos llegaron a un acuerdo para compartir los oficios y celebraciones de las dos confesiones, encomendada a la prelatura del Opus Dei por parte católica.

"Es muy emocionante"
Patricia es católica y está pasando unos días en Amsterdam en una actividad de voluntariado. Vivió muy de cerca la procesión, en tercera fila todo el recorrido.
"Es muy emocionante vivir este testimonio cristiano en la capital holandesa. Se ve gente muy sorprendida y otros que, tras ver la procesión, - por ejemplo los policías- contactan después con la Iglesia movidos por un sentimiento religioso. Los viandantes muy respetuosos. Muchos niños tirando pétalos en la cabecera de la procesión así como otros que, cuando pasó el Santísimo, le homenajean con pétalos. La banda de música también acompañó en todo momento al Santísimo", cuenta Patricia a RC.
A esta voluntaria también le sorprendió ver gente de distintos países, de congregaciones religiosas así como muchos laicos. "La gente de las tiendas, ciudadanos normales, alucinaban. Muchos hacían fotos. No hubo altercados", explica.

"Durante la procesión, la gente rezaba el rosario en distintos idiomas y cantaban o rezaban letanías de alabanza. Varias veces se entonó el adorote devote. Se te ponía la piel de gallina", relata.

Abrazo católico-ortodoxo
La procesión concluyó en la Iglesia. "El obispo católico dijo que es bonito dar este testimonio a la sociedad y que hay que rezar por la paz, buscando siempre lo que nos une. También recalcó que hay que apoyarse mutuamente y pidió oraciones por los ortodoxos sirios ya que muchos de los que están en esa iglesia provienen de la persecución del genocidio armenio", expresa Patricia.

Por su parte, el obispo ortodoxo dio las gracias y también dijo que había que rezar por la paz y la unidad de los cristianos. "Después ambos entonaron y cantaron un himno ortodoxo en arameo. Fue espectacular. Al final se dieron ambos obispos un abrazo. Esto también me impresionó muchísimo. Antes había rivalidad, ahora son muy fraternos, hay mucho ecumenismo", concluye Patricia.
En este vídeo se puede ver parte de la procesión.
