Libro: Nozaleda, él único obispo de España que el republicanismo impidió tomar posesión de su cargo

“Al grito de ¡muera Maura, muera Nozaleda! republicanos y liberales encendieron sus antorchas para que aquel prelado ni pisara tierras valencianas, ni luciera mitra", explica el autor Vicente Escrivá

Presentación del libro "Una mitra humeante".
Libro sobre Mons. Nozaleda, él único obispo español que el republicanismo impidió la mitra.
  1. Insólito en la historia contemporánea 
  2. Un libro histórico-político 
  3. Influencia de la masonería 
  4. Nozaleda combatió la masonería 
Presentación del libro "Una mitra humeante".
El nuncio Bernardito Auza en la presentación del libro "Una mitra humeante". A la derecha Vicente Escrivá presentado por Luis Alberto Rosales, director general de la Fundación CARF. 

El dominico Bernardino Nozaleda, el último arzobispo de Manila bajo dominio español, nunca pudo tomar posesión de su cargo como como arzobispo de Valencia. “Republicanos y liberales, encendieron sus antorchas y al grito de ¡muera Maura!, ¡muera Nozaleda! enardecieron a sus huestes para que aquel prelado ni pisara tierras valencianas, ni tomara posesión de su mitra y báculo. Y lo consiguieron”, explica Vicente Escrivá en la sinopsis de su libro: “Una mitra humeante. Bernardino Nozaleda, arzobispo de Valencia. Casus belli para el republicanismo español” (Eunsa).

El libro está prologado por el arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares. 

Vicente Escrivá Salvador, abogado y doctor en humanidades (historia contemporánea) ha realizado una profunda investigación para hacer justicia a un obispo que nunca consiguió ser arzobispo de Valencia debido a los partidarios del republicanismo español de principios del siglo XX. 

Insólito en la historia contemporánea 

Se trata de un acontecimiento insólito: Es el primer obispo en la historia contemporánea de España que le impidieron tomar posesión de su cargo por causas políticas.

Nozaleda, a pesar de defenderse en el Tribunal Supremo de todas las calumnias vertidas contra él, (que ganó el juicio) no pudo tomar posesión de su título y nunca llegó a pastorear la archidiócesis de Valencia.

Para evitar mayores complicaciones políticas, Nozaleda presentó la renuncia el día 15 de mayo de 1905 y fue aceptada inmediatamente. El papa Pío X, alabó su gesto y le nombró arzobispo titular de Petra y el padre dominico pudo ejercer la docencia en el Convento de Santo Tomás de Ávila y luego en el del Rosario de Madrid, donde murió como arzobispo de Petra. Fue senador por el Archidiócesis de Valencia en la legislatura de 1922-1923.

“Ciertamente, a largo de la historia de España, se han producido algunas sedes vacantes por diversas circunstancias. Pero a ningún obispo se le impidió tomar posesión de su mitra, una vez consensuado su nombramiento por el Vaticano y el Gobierno de turno. Y menos con amenazas de muerte si osaba pisar suelo valenciano. De hecho, Blasco Ibáñez llegó a exhibir una pistola en el Congreso de los Diputados advirtiendo que si Nozaleda pisaba Valencia se derramaría sangre en sus calles. Esto está transcrito en el Diario de sesiones y cualquiera lo puede consultar”, apunta el autor. 

Un libro histórico-político 

No se trata de un libro religioso, ni pretende narrar la biografía de Nozaleda. “Es un libro de temática histórico-política. En él se aborda cómo la instrumentalización de un nombramiento eclesiástico sirvió para intentar derribar el llamado “Gobierno corto” (1903-1904) de Antonio Maura por parte de amplios sectores, tanto del Partido Liberal (Segismundo Moret, el conde de Romanones, José Canalejas…) como del republicanismo, ya fuera nacional (Miguel Morayta, Lerroux) así como el valenciano (Blasco Ibáñez, Rodrigo Soriano). El “odium contra Maura” se canalizó a través del “odium contra Nozaleda”, explica Vicente Escrivá.

Y es que, el desastre del 98, que ni derribó al Gobierno ni dio lugar a un proceso revolucionario (como en 1830 o 1848), debía buscar unos culpables de aquella hecatombe que conmocionó al país. Y esos fueron los frailes, el llamado por el anticlericalismo de la época como “yugo frailuno”. "Y Bernardino Nozaleda fue el último arzobispo español de Manila, estando presente allí cuando se rindió la plaza. Fue el perfecto chivo expiatorio para culparle del desastre”, apunta el autor del libro, Máster en Historia Moderna por la Universidad de Valencia.

 

Influencia de la masonería 

El autor pretende así mismo dar a conocer unos hechos que, como españoles y también para los valencianos, se deben conocer. Además, según sus investigaciones, la masonería influyó en este hecho. Se da la circunstancia de que, a pesar de que Filipinas es el tercer país en número de católicos, también aumenta el número de fieles en las diócesis que se apuntan a las logias masónicas, motivo por el cual, el Dicasterio para la Fe ha publicado una breve nota recordando la incompatibilidad entre el catolicismo y la masonería.

Los masones encarnaron las primeras manifestaciones de anticlericalismo en la España liberal que le darán un carácter radical, a diferencia de la masonería de rito británico. Esto provocó que con el tiempo fuera incompatible ser republicano y católico a la vez. La masonería se convierte en aquella época en una fuerza revolucionaria antimonárquica, anticristiana y antirreligiosa. Su culto al secreto, sus complejos rituales y su simbología ejercieron un influjo indudable en las élites liberales”, explica el autor del libro.

Nozaleda combatió la masonería 

En este ambiente, el obispo Nozaleda combatió con valentía y celo de pastor la masonería en Filipinas. Remitió varias comunicaciones a los sucesivos  gobernadores generales de Filipinas en las que denunciaba las maniobras orquestadas por la masonería y el Katipunan (asociación secreta revolucionaria fundada por Andrés Bonifacio) para impedir el culto católico, amedrantar a los párrocos rurales y realizar toda clase de actividades tendentes a descristianizar al pueblo filipino. 

"En el libro, se relata cómo los masones españoles nunca se lo perdonaron y cuando fue preconizado para ocupar la prestigiosa sede Valentina, decidieron saldar cuentas, acusándole de traidor y de connivencia con el enemigo", explica Escrivá. 

La presentación del libro se celebró hace algunos días  en el espacio All in one de CaixaBank en la madrileña plaza de Colón con la presencia del Nuncio de su Santidad, Bernardito Auza y Cleopas, que como filipino, quiso arropar la historia del que fuera el último arzobispo español de Manila. 

Los beneficios de la venta de este libro serán donados a la Fundación CARF. 

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