Las familias numerosas en tiempo de crisis: un esfuerzo para los padres, una escuela para los hijos y un `chollo´ para el Estado

Formar una familia numerosa es una opción personal y ética de muchas familias católicas. Los padres que deciden adoptar este modelo se basan cada vez menos en factores económicos. Las grandes familias ya no esperan que los hijos contribuyan a la economía familiar. Sin embargo las familias numerosas son las que mayor número de contribuyentes aportan a la seguridad social, beneficiando al Estado.

Según el Instituto Nacional de Estadística hay más de 1 millón de familias numerosas en España, lo que constituye el 14% de la población. Eva Holgado Pascual, presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas, defiende que gracias a las familias de prole numerosa puede mantenerse el sistema de pensiones ya que " los dos primeros hijos solo sirven para cubrir las pensiones de sus progenitores. Es a partir del tercer hijo cuando se puede empezar a cubrir los gastos de otras pensiones."

Para Eva Holgado el futuro del Estado de Bienestar está en manos de las familias numerosas y el Estado "debería incentivarlas en la medida de lo posible, no castigarlas." Otro beneficio para el Estado es el de garantizarse el relevo generacional y evitar el envejecimiento de la población. Según datos de la Federación Española de Familias Numerosas, en la actualidad el reemplazo generacional necesita un mínimo de 2´1 hijos por familia, mientras que la aportación real es de 1´4 hijos por familia. La federación calcula que dentro de 20 años habrá únicamente 0´5 cotizantes por cada jubilado.

Juan Pérez Carballo, director del Master en Dirección Financiera del ESIC, explica que las familias numerosas también repercuten directamente en el estado porque son grandes consumidores. Mientras estas familias mantienen un consumo general muy elevado, que beneficia al conjunto de la nación, cada uno de sus miembros reduce o redistribuye su consumo personal.

Eva Holgado explica que estos hogares viven "con una mentalidad de 'crisis´ casi permanente. Los recursos son escasos y es normal tener que apretarse el cinturón y prescindir de caprichos." Añade que ésto es algo positivo para los pequeños, que se forman "en la cultura del reciclaje, el compartir. Aprenden a establecer prioridades y renunciar a ciertas cosas." De esta manera las familias numerosas se convierten en una 'escuela´ para los hijos.

El dato negativo para los hijos, según un estudio estadístico francés, es que "la pertenencia a una familia numerosa afecta de manera negativa a las expectativas de promoción económica del individuo." El documento recuerda que cada hijo recibe menos ingresos según deba 'compartirlos´ con los hermanos. Repasa también situaciones que en principio pueden pasar desapercibidas, pero que son decisivas en la evolución del niño, como la posibilidad de tener una habitación propia en la que estudiar con más tranquilidad o el tiempo que los padres le dedican.

Mientras la familia contribuye al Estado de Bienestar, sólo podrá beneficiarse de las ayudas por cada hijo soltero, menor de 21 años y que conviva o dependa de los progenitores. La situación a la que se enfrentan los padres de familias numerosas depende en gran parte de estas ayudas. La circunstancia de los progenitores se agrava con el paro y la crisis.

Según la Federación Española de Familias Numerosas, 6 de cada 10 familias numerosas en España tienen al menos unos de sus miembros en paro. El estudio advierte que esta situación de desempleo afecta de forma minoritaria a los hijos. Mientras, los sustentadores principales, se ven en la dificultad de mantener sus convicciones católicas en una situación económica difícil y con escasas ayudas por parte del Estado.

 

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