Cómo funciona el apostolado Courage para personas con atracción al mismo sexo

Es un apostolado para personas cristianas católicas. Courage no tiene terapeutas, ni psicólogos, ni dice a las personas lo que tienen o no que hacer. Por lo tanto, esta iniciativa está destinada a personas libres y cumple con la normativa vigente y con las nuevas leyes trans y LGTBI. No realiza terapias de reversión ni nada por el estilo. 

En el mes que acaba de finalizar, mes del orgullo gay, la Iglesia católica recuerda que acoge siempre a las personas con atracción al mismo sexo. No discrimina a nadie. Las personas homosexuales pueden asistir a la Iglesia y participar de las actividades apostólicas. Pero, como dice la doctrina católica, no pueden recibir los sacramentos si realizan prácticas homosexuales ni se puede bendecir su unión. Así lo ha dejado claro la Congregación para la Doctrina de la Fe el pasado mes de marzo. 

Compromiso para vivir la castidad 

Ante algunas voces dentro de la Iglesia católica que claman por la aceptación plena de la homosexualidad (bendecir su unión), merecen ser escuchadas otras iniciativas católicas dirigida a personas homosexuales que quieren vivir conforme al mensaje del Evangelio, para que después, cada elija libremente su camino. 

Una de estas iniciativas es Courage. Como su web internacional indica "los miembros de Courage son hombres y mujeres que experimentan atracciones al mismo sexo y que han hecho un compromiso por vivir la castidad. Están inspirados por el llamado del Evangelio a vivir la santidad y las bellas enseñanzas que la Iglesia tiene sobre el bien y el fin de la sexualidad humana. A través de nuestro apostolado, las personas que experimentan atracción al mismo sexo reciben apoyo pastoral a través de guía espiritual, oración comunitaria y amistad fundada en Jesucristo". 

Los miembros de Courage son padres de familia, esposos, hermanos y amigos de personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ. Recurren a esta ayuda para poder mantener intactos sus lazos familiares y su fe.

Crecer en su relación con Cristo 

Trabajan en conjunto para comprender las experiencias de sus seres queridos y poder acercarse a ellos con compasión. Ellos saben que es posible expresar su amor por alguien, a pesar de no siempre poder apoyar sus opciones o acciones. Buscan guía espiritual para crecer en su relación con Cristo, y apoyo comunitario en otros miembros que les ayudan a recordar que no están solos en este camino.

En España, desde dos años este apostolado está activo en la archidiócesis de Toledo. En los capítulos, nombre que tienen los grupos de Courage, buscan ayudarse unos a otros en su vida cristiana a través de la oración, hermandad y apoyo mutuo. "Nuestros miembros son guiados por sacerdotes capellanes, quienes ofrecen reconciliación y dirección espiritual", señalan desde la archidiócesis. 

Cinco Metas

Juntos se esfuerzan por vivir las cinco metas de Courage, que fueron establecidas por el primer grupo de Courage en Nueva York en 1980. Estas metas guían todas las reuniones y el apostolado:

Castidad: vivir vidas castas conforme a las enseñanzas de la Iglesia Católica respecto a la homosexualidad.

Oración y dedicación: dedicar enteramente nuestras vidas a Cristo a través del servicio a los demás, la lectura espiritual, la oración, la meditación, la dirección espiritual individual, la asistencia frecuente a Misa y la recepción frecuente de los sacramentos de la Reconciliación y de la Santa Eucaristía.

Hermandad: fomentar un espíritu de hermandad en el cual poder compartir unos con otros pensamientos y experiencias, asegurándose así de que ninguno de los miembros tenga que enfrentar los problemas de la homosexualidad solo.

Apoyo: ser conscientes de que las amistades castas no solamente son posibles, sino necesarias para llevar una vida cristiana casta; y alentarse mutuamente para iniciar y mantener esas amistades.

Buen ejemplo/testimonio: vivir la vida de tal manera que sea un buen ejemplo y modelo para los demás.

"Sentía que la Iglesia me castigaba" 

En Courage hay testimonios como el de David: "Mientras vivía una vida gay activa estaba molesto y creía que las enseñanzas con respecto a la homosexualidad eran injustas ya que nunca pedí sentir estas atracciones. Sentía que la Iglesia me castigaba y esperaba que viviera una vida solitaria basada en algo que no podía controlar. Fue a través de la Iglesia católica que conocí a Cristo y experimenté la verdadera libertad. Ahora comprendo y abarzo estas hermosas enseñanzas de la Iglesia y no me peleo con ellas. Cuando vivía una vida ‘gay’ activa, me sentía miserable, solo y lleno de vergüenza, pero ahora que vivo de manera casta, mi vida tiene sentido. Tengo verdaderos amigos que me aman por quien soy. Cuando recibo un abrazo de uno de mis hermanos cristianos, éste va directo a mi corazón, a mi alma y la sensación es mucho más hermosa y significativa que cualquier otro acto sexual y romántico que haya vivido en el pasado".