El cardenal de Santiago de Chile envía voluntarios a las periferias del país
Más de 1.500 jóvenes construyen proyectos comunitarios y entregan su testimonio de fe desde hace dos semanas
Desde hace medio mes, estudiantes de hasta 70 instituciones de educación superior y secundaria de Chile se encuentran en 50 localidades del país, en concreto, desde Arica hasta Chaitán.
Estos voluntarios se reunieron el pasado sábado 9 de julio en el Campus San Joaquín de la Universidad de Chile para ponerse al servicio de los proyectos, Trabajo París, Siembra y Misión de Vida, todos ellos organizados por la Pastoral de la institución académica.
A las 12:00 de ese mismo día, los jóvenes partieron en procesión hacia el Templo Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús, donde el Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la universidad, Ricardo Ezzati, celebró la Eucaristía que dio inicio a los proyectos, misiones y trabajos en los que están participando.
Las palabras del cardenal Ezzati llamaron la atención de los estudiantes. Ezzati les invitó a “ser responsables de la vida del prójimo para que la de todos sea bella y fecunda”. En reiteradas ocasiones, se centró en que los jóvenes están llamados a ser testigos de una vida entregada para hacer felices al resto.
Además, les empujó a que disfruten de lo que van a experimentar: la vida de los más pobres y los más necesitados. Desde Arica hasta Chaitén estuvieron, hasta el pasado 17 de julio, compartiendo 9 días con los habitantes de estas ciudades. Se encargaron de construir o reparar capillas, sedes vecinales y plazas.
Javier Sanhueza, director y jefe de Siembra -uno de los tres proyectos-, comentó que esta "es una manera de entregar a Cristo en Antuco y Santa Bárbara, que al mismo tiempo busca despertar en todo el mundo la llamada a la santidad y al servicio, llamada que hizo en su día San Alberto Hurtado, patrono de los trabajadores en Chile".
Siembra es un proyecto, nacido en 2003, que congrega a estudiantes de colegio y universidad para trabajar por Chile y su Iglesia. Año a año, convocan a alumnos de tercero y cuarto medio de diferentes colegios para compartir el Evangelio de Cristo en el sur de Chile.
Por otro lado, Vicente Salas, director de Misión de Vida, explicó que estos días están uniendo su vocación con el servicio al prójimo. “Invito al voluntario a que asuma el desafío e ir a misionar a las zonas con menos católicos de Chile”, continuó Salas, mientras afirmaba que no es necesario salir de la universidad para poner su vocación al servicio de los demás.
Misión de Vida es un conjunto de misiones que tienen por objetivo acudir al encuentro de las personas en los lugares con menos católicos de Chile, de cara a acompañar y entregar el mensaje de Cristo a los que más lo necesitan, los que no lo conocen.
Por último, Elisa Undurraga, jefa de Trabajo País, añadió que el proyecto “es un encuentro con voluntarios y comunidades que comparten el sueño de hacer de Chile un país más justo, más humano y más santo”.
Trabajo País es un proyecto de solidaridad que visita cada invierno las localidades rurales de Chile y que busca potenciar una nación más unida, a través de la construcción de espacios comunes y de la formación de diferentes talleres comunitarios.